El Senado de Francia aprobó el 6 de febrero las cuentas públicas con una mayoría de 219 votos a favor y 107 en contra. Esta votación no generó sorpresas, ya que la cámara cuenta con una clara mayoría de centroderecha que apoya al Gobierno de Emmanuel Macron.
El presupuesto para el año 2025 prevé gastos de 585 mil millones de euros, con una estimación de crecimiento del 0,9% para ese año (frente al 1,1% en 2024). El déficit público se establece en un 5,4% del PIB, mejorando respecto al 6,1% del año anterior, mientras que la deuda pública alcanzará el 115,5% del PIB.
Para reducir el déficit, el presupuesto incorpora un incremento en impuestos de 18 mil millones de euros y recortes en gastos por aproximadamente 23 mil millones. Las principales medidas para aumentar ingresos incluyen:
– Una contribución «excepcional» sobre las ganancias de grandes empresas, que se espera aporte unos 8 mil millones de euros este año.
– Un aumento temporal del impuesto sobre la renta para altos contribuyentes, garantizando un pago mínimo del 20%.
– Incremento de la fiscalidad en la recompra de acciones por parte de empresas, pasando del 0,3% al 0,4%, lo que debería generar 600 millones extra anuales.
– Aumento de la tasa por billetes de avión, que pasará de 2,63 a 7,30 euros para vuelos de clase turista dentro de Europa, con un ingreso adicional cercano a mil millones de euros anuales.
– Un aumento en las penalizaciones para la matriculación de vehículos térmicos nuevos, con un descenso en el umbral de CO2 y modificación en las tasas especiales para vehículos más pesados.
Información adicional de Deutsche Welle.
DCN/Agencias