NACIONES UNIDAS, 20 de enero de 2024
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el atentado ocurrido en las afueras de Manbij, Siria, donde una explosión de coche bomba dejó al menos 20 muertos y más de 18 heridos. La mayoría de las víctimas son mujeres que se dirigían a trabajar en la agricultura. Stéphane Dujarric, portavoz del secretario, ofreció detalles del ataque que se produjo el lunes, aunque aún no se ha atribuido la responsabilidad a ningún grupo.
Durante una rueda de prensa desde Nueva York, Dujarric indicó que, entre los heridos, hay trece mujeres y cinco niños, algunos en estado crítico. Asimismo, recordó que el fin de semana previo, un coche bomba también detonó en Manbij, resultando en cuatro civiles muertos y nueve heridos, incluyendo seis menores.
El portavoz subrayó la importancia de que todas las partes involucradas respeten el Derecho Internacional Humanitario y protejan a los civiles. Resaltó que los civiles y las infraestructuras civiles no deben ser blanco de ataques. Dujarric aseguró que la ONU y sus organizaciones asociadas seguirán brindando asistencia humanitaria y realizando misiones de evaluación cuando las condiciones de seguridad lo permitan.
La explosión coincide con un aumento de enfrentamientos entre milicias respaldadas por Turquía y grupos kurdo-árabes en la región. Manbij fue tomada por el Ejército Nacional Sirio (ENS), respaldado por Turquía, después de la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre a manos de grupos rebeldes y yihadistas.
Las autoridades sirias han acusado a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), compuestas por milicias kurdo-árabes, de estos ataques, mientras que las FDS rechazan las acusaciones y culpan a los “Cascos Blancos”, una organización de defensa civil, de difundir información falsa en su contra.
DCN/Agencias