El Ejército israelí anunció el 17 de febrero la muerte de un alto cargo de Hamás en Líbano, identificado como Muhamad Shahin, tras un bombardeo efectuado por un dron en Sidón, al sur del país. Esta acción ocurrió un día antes de la fecha límite para el alto el fuego entre Israel y Hezbolá.
De acuerdo con la agencia estatal de noticias NNA, los equipos de rescate recuperaron un cuerpo entre los restos del vehículo destruido. Israel afirmó que Shahin estaba involucrado en la organización de planes terroristas respaldados por Irán desde Líbano, y que era una figura clave en Hamás, especialmente en el lanzamiento de cohetes hacia Israel.
Este bombardeo fue el segundo realizado por Israel en tres días, luego de un ataque previo en Nabatiye que resultó en la muerte de dos personas, incluyendo un alto cargo de la unidad de operaciones aéreas de Hezbolá. Aunque Israel confirmó el ataque, Hezbolá no verificó la muerte del líder de su unidad.
La Presidencia de Líbano exigió a los países garantes del acuerdo de alto el fuego, vigente desde noviembre de 2024, que aseguren la retirada de las tropas israelíes del sur del país antes del plazo establecido. En un comunicado, resaltó que se mantienen contactos para garantizar que Israel respete el acuerdo y libere a los prisioneros.
Asimismo, el embajador de Egipto en Líbano comunicó que los países mediadores del Quinteto –Arabia Saudí, Egipto, Estados Unidos, Francia y Qatar– están presionando a Israel para que cumpla con la fecha de retirada. Sin embargo, el Gobierno israelí aún no se ha pronunciado sobre este asunto.
El líder de Hezbolá, Naim Qasem, declaró que depende del Gobierno libanés asegurar la salida de las tropas israelíes del sur del país, ante afirmaciones israelíes de que podrían permanecer en algunas áreas, lo que implicaría un incumplimiento de su compromiso de retirada total.
Esta situación se desarrolla en un contexto de creciente tensión y conflictos en la región.
DCN/Agencias