La Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) emitió el 11 de febrero de 2024 una alerta sobre la salud del exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien se encuentra recluido en la prisión de La Roca en Guayaquil tras haber sido detenido en abril de 2024 en la Embajada de México en Quito, donde solicitó asilo político.
El organismo notificó que desde la detención de Glas ha analizado su «situación de riesgo». Durante una visita en octubre de 2024, señaló que su salud mental ha empeorado a pesar de la atención médica que ha recibido. Además, resaltó que las condiciones de su detención y los incidentes de violencia en el penal están afectando su bienestar físico y mental.
La CIDH decidió extender las medidas cautelares, instando a garantizar el derecho a la salud de Glas, tanto física como mental, y a facilitar procedimientos adecuados para evaluaciones médicas y tratamientos. También solicitó mejoras en sus condiciones de detención, asegurando que cumplan con estándares interamericanos y que se brinden los tratamientos necesarios.
Por su parte, el Gobierno mexicano manifestó que ha tomado nota de la resolución de la CIDH, que amplía las medidas cautelares a favor de Glas para proteger su vida e integridad. A través del Ministerio de Exteriores, recordó que le otorgó asilo político el 5 de abril de 2024 y que Glas fue «sustraído ilegalmente» de la Embajada mexicana esa misma noche.
México afirmó la necesidad de salvaguardar la vida y derechos fundamentales de Glas y pidió que se le otorgue un salvoconducto para facilitar la protección internacional que le corresponde.
El exvicepresidente Glas enfrenta acusaciones de malversación de fondos públicos relacionados con la reconstrucción de Manabí tras un terremoto en 2016, que dejó más de 670 muertos.
Con información de Europa Press.
DCN/Agencias