La economía de Rusia experimentó un crecimiento del 4,1% en 2024, mientras que el crecimiento para 2023 fue revisado al alza, alcanzando también este mismo porcentaje. Esta información fue proporcionada por el primer ministro, Mijaíl Mishustin, quien resaltó que este avance económico está principalmente relacionado con el aumento en el gasto militar.
Mishustin afirmó que este crecimiento supera las expectativas, señalando que el impulso proviene, en gran medida, del desarrollo intensivo de la industria manufacturera. Inicialmente, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2023 se había estimado en un 3,6%, pero se ajustó a 4,1%.
Tanto 2023 como 2024 representan los años con mayor crecimiento en la economía rusa desde 2021, en un contexto de reactivación tras la pandemia de COVID-19. En contraste, el año 2022 estuvo marcado por una recesión provocada por el conflicto en Ucrania.
Las proyecciones para 2025 no son tan optimistas, sugiriendo un descenso en el crecimiento y un aumento de la inflación. En los últimos tres años, el esfuerzo bélico se ha consolidado como el principal impulsor de la economía rusa, que depende en gran medida de las inversiones del complejo militar-industrial.
En 2024, el presupuesto destinado a la defensa y seguridad alcanzó el 8,7% del PIB, según lo indicó el presidente Vladimir Putin, marcando un hito desde la disolución de la Unión Soviética en 1991.
DCN/Agencias