Una guerra comercial en ciernes entre Estados Unidos y China podría impactar las exportaciones de crudo estadounidense en 2025, marcando la primera disminución desde el inicio de la pandemia, según analistas del sector. Este escenario es visto como una posible repercusión de las políticas proteccionistas implementadas por el expresidente Donald Trump, que contrastan con su promesa de aumentar la producción de petróleo y gas en el país, la cual ya ha alcanzado niveles récord.
Desde el 2015, Estados Unidos se ha consolidado como el tercer mayor exportador de petróleo a nivel global, superado solo por Arabia Saudita y Rusia, tras levantar una prohibición de 40 años sobre las exportaciones locales. Aunque en 2024 las exportaciones de crudo apenas experimentaron un ligero aumento, la última caída notable se registró en 2021, cuando la pandemia de COVID-19 redujo dramáticamente la demanda energética mundial.
Matt Smith, analista de Kpler, indicó que la demanda internacional por crudo estadounidense podría alcanzar su punto máximo y que esto podría acelerarse. Por su parte, Rohit Rathod, analista senior de Vortexa, pronosticó que las exportaciones totales de petróleo de EE.UU. caerían a 3,6 millones de barriles por día en 2025, en comparación con los 3,8 millones de bpd en 2024, debido a los aranceles impuestos por China, que limitan el acceso de ciertos grados de petróleo estadounidense a su mercado.
Actualmente, China consume alrededor de 166 mil barriles diarios de crudo estadounidense, lo que representa aproximadamente el 5% de todas las exportaciones de EE.UU. Tras la reciente imposición de aranceles por parte de Pekín, parte de esta cantidad podría quedar en las costas estadounidenses o dirigirse a otros mercados.
DCN/Agencias