La reforma constitucional aprobada en Nicaragua ha entrado en vigor este miércoles después de ser ratificada por la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo. Esta modificación ha generado críticas por parte de Naciones Unidas y diversas organizaciones de Derechos Humanos.
El nuevo texto, que fue publicado en el diario ‘La Gaceta’, otorga al presidente Daniel Ortega la función de «coordinador» de los poderes legislativo y judicial. Además, formaliza a su esposa, Rosario Murillo, como «copresidenta».
La reforma también extiende el mandato presidencial de cinco a seis años, establece la posibilidad de retirar la nacionalidad a quienes sean calificados como «traidores a la patria» y elimina la prohibición de censura sobre la prensa en la Constitución.
Expertos de Naciones Unidas han señalado que el lenguaje del documento es «vago» y que suprime la referencia al pluralismo político. Asimismo, simplifica las condiciones bajo las cuales el Gobierno puede utilizar al Ejército por motivos de “seguridad”.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha manifestado que esta reforma le permite a Ortega consolidar su control sobre el Estado y perpetuarse en el poder. En febrero, el Parlamento Europeo también emitió una condena a estas modificaciones a través de una resolución.
Desde que Ortega asumió el poder en 2007, su gobierno ha llevado a cabo una campaña de persecución contra la oposición, expulsando embajadores del país y clausurando miles de ONGs, medios de comunicación y organizaciones religiosas, exacerbando la crisis política y social en Nicaragua.
DCN/Agencias