Un estudio del Colegio de México, publicado el 13 de febrero de 2024, revela que el 72,92% de los homicidios en México durante el año se cometieron con armas de fuego traficadas ilegalmente. Este porcentaje representa el nivel más alto registrado en la historia del país, de acuerdo con datos desde el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que cubren hasta noviembre de 2024.
El análisis, titulado «Discusión sobre las armas de fuego», fue impulsado por la demanda del Gobierno mexicano contra fabricantes de armas en Estados Unidos. Se estima que más de 200.000 armas ingresan anualmente al país, la mayoría dirigidas a grupos criminales.
El informe también rememora que, tras la expiración de la Prohibición Federal de Armas de Asalto en EE.UU. en 2004, el porcentaje de muertes por uso de armas de fuego en México era del 50,5%; este número aumentó a 62,92% en 2008.
El documento se presenta en el contexto de un inminente fallo de la Corte Suprema de EE.UU., programado para el 4 de marzo, sobre una petición de fabricantes de armas como Interstate Arms y Smith & Wesson para desestimar la demanda del gobierno mexicano, presentada en 2021 por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. Este análisis, coordinado por el académico Sergio Aguayo, se presentó bajo la figura de «amicus curiae» ante tribunales en Massachusetts.
Las estadísticas indicadas en el informe revelan que entre 2007 y 2020 se registraron 65.552 homicidios relacionados con la delincuencia organizada, de los cuales el 80,5% se debieron a impactos de arma de fuego, afectando a más de 52.700 víctimas.
Asimismo, el exsecretario de Defensa, Luis Crescencio Sandoval, estimó en 2019 que existían más de dos millones de armas ilegales en México, cifra que, considerando el tráfico anual, podría ascender a 3,9 millones para el presente año. Hasta la fecha, las autoridades han confiscado poco más de 337.000 armas, aproximadamente el 8,6% del total estimado.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha solicitado a EE.UU. que aborde tanto la venta de drogas como el tráfico de armas que cruzan la frontera y alimentan la criminalidad en México.
DCN/Agencias