Arabia Saudí ha ratificado su decisión de mantener la prohibición del consumo de alcohol durante la Copa Mundial de Fútbol de 2034, tal como lo indicó Khalid bin Bandar Al Saud, embajador del país en el Reino Unido. Esta política es consistente con las leyes locales que prohíben el alcohol desde 1952, en cumplimiento con las normas del Islam.
La FIFA ya había anunciado a Arabia Saudí como la sede del torneo en diciembre pasado. Durante el Mundial de 2022 en Qatar, la disponibilidad de alcohol en los estadios fue limitada, y aunque se permitió en áreas designadas para aficionados y algunos hoteles, no estuvo permitido su consumo público.
El embajador saudita hizo un comentario ingenioso respecto a la situación, sugiriendo que, al igual que el clima del país, Arabia Saudí es «un país seco». Aseguró que los eventos se pueden disfrutar sin necesidad de alcohol y recordó que los visitantes pueden beber cuando se encuentren fuera del reino, aunque no tendrán esa opción en territorio saudita.
Es importante destacar que la posesión o consumo de alcohol sigue siendo un delito en Arabia Saudí, incluso para los no musulmanes. Esta restricción también aplicará para los turistas que asistan al Mundial, lo que ha generado opiniones divididas entre los aficionados, muchos de los cuales esperaban que al menos se permitiera el consumo de alcohol en los partidos.
Con todo esto, la decisión de Arabia Saudí continúa levantando expectativas y preocupaciones entre los seguidores del fútbol que planean asistir a uno de los eventos deportivos más importantes del planeta. La capacidad del país anfitrión de gestionar esta controversia podría definirse en función de la experiencia que se ofrezca a los aficionados durante el torneo.
DCN/Agencias