Las provincias argentinas de Neuquén, Chubut y Río Negro han enfrentado incendios que han arrasado más de 28 mil hectáreas desde finales de diciembre. Este siniestro no solo ha dejado una víctima fatal, sino también numerosos heridos, según el informe oficial más reciente. Aunque el Gobierno argentino expresa que la situación está bajo control, la aparición de nuevos focos de incendio ha provocado evacuaciones.
La zona afectada, que incluye parques nacionales de la Patagonia, supera en extensión a la ciudad de Buenos Aires. La actividad agrícola y ganadera en estas áreas se ha visto severamente perjudicada. Las condiciones climáticas, con vientos fuertes y altas temperaturas, complican las labores de los brigadistas que intentan controlar el fuego.
Los incendios iniciaron en el Parque Nacional Nahuel Huapi, el primer parque nacional del país, que protege ecosistemas, cuencas hídricas y diversidad cultural. Mientras tanto, en Chile, el presidente Gabriel Boric declaró el estado de emergencia el 8 de febrero en Valparaíso y La Araucanía, donde han ardido más de 9,100 hectáreas. Boric mencionó que existe la sospecha de que algunos de estos incendios podrían haber sido provocados intencionalmente y ordenó investigaciones al respecto. En Chile, hay alrededor de 77 focos activos, con 21 en plena lucha contra el fuego, en un contexto de altas temperaturas y baja humedad que favorecen la propagación.
En la región suramericana, los incendios no son exclusivos de Argentina y Chile. En Bolivia, durante 2024, se registraron intensas quemas que devastaron aproximadamente 9,8 millones de hectáreas, convirtiéndose en la mayor crisis ambiental del país. Paraguay ha reportado 400 incendios en lo que va del año, mientras que en Brasil se observa un incremento del 90% en la superficie quemada con 29,7 millones de hectáreas dañadas.
Asimismo, en Perú se contabilizaron al menos 87 incendios desde agosto de 2024, y Colombia también ha sufrido incidentes en varias regiones, atribuidos a las altas temperaturas y escasas lluvias. En Ecuador, ante la sequía y el déficit hídrico, se declaró un estado de emergencia por 60 días.
DCN/Agencias