El comediante sudafricano Trevor Noah se ha visto envuelto en una gran polémica tras sus comentarios durante la ceremonia de los Grammy 2025, que no solo incomodaron a los asistentes, sino que también indignaron a muchos televidentes. En su monólogo hizo un chiste sobre Colombia mientras hablaba de Shakira, diciendo: “Lo único más grande que salió de Colombia que no es un delito grave de primera categoría”. Este comentario fue interpretado como un insulto, generando reacciones en redes sociales donde los colombianos expresaron su malestar, reclamando respeto y pidiendo una disculpa.
Uno de los tuits más destacados sobre esta situación decía: “Nosotros, los colombianos, estamos cansados de ser tratados como criminales”, junto a la etiqueta #Grammys2025. Las críticas también apuntaron a la ironía de que un comediante extranjero hiciera chistes sobre un tema tan serio, considerando que muchos latinos enfrentan deportaciones. Un usuario mencionó que «Trevor Noah viene a decir que Shakira es lo mejor que ha salido de Colombia y que no es un delito grave», lo que evidenció la falta de tacto en sus palabras.
Por si fuera poco, no fue el único comentario que causó malestar. Trevor también se refirió a la situación de los inmigrantes indocumentados en EE. UU., sugiriendo que “en la votación de los premios participaron cientos de miembros de la Academia de Grabación y 20 millones de inmigrantes ilegales”. La reacción de la rapera Doechii fue inmediata, y se la vio rodando los ojos en señal de desacuerdo con esos chistes.
Noah, en un momento más, mencionó: “No sé si se han dado cuenta, ha habido algunos cambios en Washington. Voy a disfrutar esta noche, porque esta puede ser la última vez que consiga presentar algo en este país”, dejando entrever su percepción sobre el clima político actual.
Estas declaraciones han dejado a varios cuestionándose si un humorista debe ser responsable de las consecuencias de sus bromas, sobre todo cuando estas tocan temas delicados como la migración y el narcotráfico, que afectan directamente a las comunidades que se mencionan. La controversia está servida, y la conversación sobre la sensibilidad en el humor sigue en el aire.
DCN/Agencias