Después de un mes de la inauguración de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, se han observado varias acciones rápidas en relación con sus promesas, entre ellas la imposición de aranceles, la reducción de personal federal y la apertura de negociaciones de paz en la guerra de Ucrania.
Los resultados de estas medidas aún son inciertos, pero los mercados financieros han comenzado a reflejar la respuesta de los inversionistas a sus políticas. Por ejemplo, el dólar estadounidense, que había registrado un aumento desde la victoria electoral de Trump, ha empezado a caer desde su toma de posesión. Desde el 20 de enero hasta el 19 de febrero, el índice del dólar (DXY) disminuyó un 2,2%, pasando de más de 109 a 107.
Este debilitamiento del dólar se atribuye a varios factores. Primero, los mercados ya habían anticipado un fortalecimiento del dólar antes de su asunción, lo que pudo haber generado una toma de beneficios. Además, Trump retrasó la implementación de aranceles hacia México y Canadá, así como a otros socios comerciales. Aunque se anunciaron gravámenes sobre el acero y el aluminio, estos no se activarán hasta abril, siendo el único arancel ya aplicado uno del 10% a China, que provocó reacciones inmediatas.
Paralelamente, los rendimientos de la deuda pública estadounidense también han disminuido, en parte porque la Reserva Federal ha indicado que podría frenar la reducción de su balance debido a las restricciones en el techo de deuda.
En el ámbito bursátil, las acciones en mercados globales, especialmente en Europa, han mostrado una tendencia al alza desde la llegada de Trump, impulsadas por la espera de tasas de interés más bajas, un aumento en la inversión en inteligencia artificial y buenos resultados empresariales. Las acciones de defensa europea también se beneficiaron de las negociaciones de Trump con Rusia, creando un impacto positivo en múltiples sectores debido a sus políticas.
DCN/Agencias