En los últimos años, el crecimiento del Internet a nivel global ha sido notable. Diversas investigaciones indican un aumento en la relevancia del uso de redes sociales entre los jóvenes, lo que plantea un posible problema.
El psicólogo Luis Rísquez señala que las redes sociales ofrecen una sobreestimulación que puede afectar el ciclo de descanso mental necesario. Según Rísquez, el aburrimiento es un estado anhelante de estimulación que ocurre cuando el cuerpo está inactivo, pero busca motivarnos hacia la acción. Sin embargo, este estado raramente se presenta en la actualidad debido a la saturación de estímulos que generan las redes.
Para reconocer los efectos negativos de su uso, Rísquez destacó que se evidencian cuando hay un fuerte impulso por verificar mensajes o fotos en las plataformas. Propone que los usuarios se tomen un momento para evaluar esa necesidad de revisión y cuestionarse si realmente es necesario. Un consejo que ofrece es preguntarse: «¿Qué tan feliz me siento después de usar la aplicación?». Esto debería hacerse al menos cada 20 minutos para tomar conciencia de sus emociones tras el uso.
El especialista también advirtió que el excesivo uso de redes sociales puede llevar a la baja tolerancia a la frustración, ansiedad y problemas de autoestima, en muchos casos debido a la comparación con otros usuarios. Considera que estas plataformas son adictivas debido a su capacidad de generar la sensación de logro en los usuarios.
A pesar de los riesgos, Rísquez afirmó que las redes sociales pueden ser herramientas valiosas para acceder a información. Sin embargo, aconsejó cuestionarse si esta información es realmente deseada. “La pregunta es: ¿Yo quiero saber todo lo que hay? Posiblemente la respuesta es no”, puntualizó.
Finalmente, sugirió que antes de ingresar a las redes es importante planificarse para abordar un tema específico, con el fin de evitar un uso sin propósito. “El punto es evitar que estemos usando las redes solo porque sí”, concluyó.
DCN/Agencias