Las autoridades de Turquía reportaron el martes 25 de marzo que las protestas por la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, han llevado a la detención de casi 1.500 personas en la última semana. De estos arrestos, cerca de mil individuos permanecen bajo custodia policial.
El ministro del Interior, Alí Yerlikaya, declaró que se han arrestado 1.418 personas en manifestaciones que el Gobierno considera «ilegales». De estos detenidos, 979 siguen en custodia, mientras que 478 deben presentarse ante los tribunales en el transcurso del día.
Yerlikaya subrayó que no habrá concesiones para quienes intenten asustar a la población o atacar los valores nacionales y la Policía. También condenó a quienes han insultado a la familia del presidente Recep Tayyip Erdogan, indicando que cerca de 50 personas han sido detenidas por tales ofensas.
El ministro afirmó que las fuerzas de seguridad «protegen la paz y la seguridad del país» las 24 horas del día, y aseguró que continuarán haciéndolo.
Por otro lado, Liz Throssell, portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, expresó su preocupación por el alto número de detenciones en Turquía, que incluye a Imamoglu. Throssell señaló que las protestas han sido prohibidas en tres ciudades, considerándolas ilegales, y reportó que más de 1.000 detenidos incluyen al menos a nueve periodistas.
Throssell hizo un llamado a liberar de forma inmediata e incondicional a todos aquellos detenidos por ejercer sus derechos. Además, destacó que quienes enfrenten cargos deben ser tratados con dignidad y contar con acceso a un juicio justo y a un abogado de su elección.
La portavoz también instó a las autoridades a garantizar el respeto por la libertad de expresión y reunión, en línea con el Derecho Internacional, y subrayó la importancia de investigar a fondo las acusaciones creíbles sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades.
DCN/Agencias