Los marinos de La Vela de Coro, en el estado Falcón, han expresado su descontento por la «lenta» reapertura del mercado marítimo hacia la isla de Curazao. La situación se complica debido a la gran cantidad de permisos requeridos, que son costosos y en divisas. Un marino con 40 años de experiencia manifestó que debe pagar 300 dólares para renovar un permiso, una carga difícil de afrontar tras cuatro años sin actividad.
Estos trabajadores, que se encuentran cerca del muelle pesquero de La Vela, señalaron que los costos por permisos y documentación representan entre el 30% y el 40% de la inversión total en cada zarpe. Además, alertaron sobre la falta de sistemas de seguridad que puedan responder en caso de emergencias durante el trayecto, incluyendo la ausencia de lanchas de rescate y la falta de comunicación directa con las autoridades marítimas.
Otro marino con 50 años de trayectoria en las rutas Falcón-Curazao-Aruba también destacó el cumplimiento de los requerimientos establecidos, pero criticó la falta de respaldo. Asimismo, mencionaron que ahora se les exigen vacunas como la de la fiebre amarilla y toxoide, pero aseguran que las que se administran en los ambulatorios no son válidas para viajes internacionales.
Los trabajadores piden que se simplifiquen los trámites y se reduzcan los costos, además de mejoras en la seguridad para garantizar la integridad de quienes navegan hacia Curazao.
DCN/Agencias