Después de la deslumbrante gala de los Premios Oscar, el ambiente no todo ha sido alegría. La tristeza se asoma en el rostro de Demi Moore, quien se sintió devastada al perder en la categoría de Mejor Actriz frente a Mikey Madison. Según cuenta una fuente cercana a la actriz a Page Six, «no puede evitar sentirse destrozada». Tras haber ganado el Globo de Oro en esa misma categoría por su interpretación en «La Sustancia», Demi estaba convencida de que esta vez el Oscar sería suyo.
La fuente continuó: «Demi está lidiando con la decepción de esta derrota, ya que sentía que realmente era su oportunidad. Tenía muchas expectativas de conseguir este reconocimiento». La noticia de que su nombre no fue el que resonó en la ceremonia fue un golpe muy duro para la protagonista.
Sin embargo, no todo ha sido tristeza. A pesar de la desilusión, Demi se muestra contenta por las demás mujeres que triunfaron esa noche. «Está entusiasmada por Mikey y las otras nominadas», aunque también hay que decir que su decepción al no escuchar su nombre fue une golpe difícil de procesar.
Mikey Madison se llevó el Oscar a Mejor Actriz por su papel en «Anora», superando a competidoras como Fernanda Torres (I’m Still Here), Karla Sofía Gascón (Emilia Pérez) y Cynthia Erivo (Wicked). En medio de los aplausos y celebraciones, su decepción fue palpable.
Fuentes del entorno de la actriz comentan que, a pesar de la tristeza, ha recibido un gran apoyo tras la entrega de premios. Muchos se acercaron a ella en la fiesta de Vanity Fair para expresarle admiración y aliento por su trabajo.
Para aliviar el desánimo, Demi se consentió tras la gala. Su hija, Tallulah Willis, compartió en Instagram una entrañable foto de su madre disfrutando de papas fritas en la madrugada. «MI ganadora», escribió Tallulah, reafirmando su apoyo incondicional mientras Demi lucía relajada en un albornoz, abrazando a su chihuahua, Pilaf. Sin duda, el amor familiar es un buen bálsamo ante la adversidad.
DCN/Agencias