Washington ha decidido extender de forma temporal la suspensión de los aranceles a productos cubiertos por el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), lo que ha generado un incremento en la demanda de empresas estadounidenses que buscan beneficiarse de esta medida, según analistas del sector.
El 5 de marzo, la Casa Blanca implementó nuevos aranceles del 25% sobre mercancías procedentes de Canadá y México, pero luego anunció que los gravámenes para los productos bajo el T-MEC se aplazarían hasta el 2 de abril. Este tratado brinda un trato preferencial a productos originarios de cualquiera de los tres países participantes, siempre que tengan un porcentaje mínimo de valor agregado en alguno de estos.
Brian Riley, vicepresidente de la firma GEODIS, comentó que los importadores están apresurándose a obtener la certificación del T-MEC, ya que el riesgo de no hacerlo es considerable. Muchas pequeñas empresas que dependen del comercio transfronterizo se encuentran en la tarea de verificar si sus productos califican para las exenciones arancelarias.
Actualmente, solo un 37,8% de las importaciones de Canadá y un 48,9% de las de México pueden acogerse a estas exenciones bajo el T-MEC, de acuerdo con un informe de S&P Global Market Intelligence. Para cumplir con los requisitos, un importador necesita analizar minuciosamente la lista de materiales de sus productos.
Mike Short, presidente de Global Forwarding en C.H. Robinson, indicó que se ha observado un aumento en las solicitudes de clasificación arancelaria y de calificación para el T-MEC, incluso antes del anuncio formal. Esta tendencia, según él, parece continuar a medida que se promulgan las enmiendas oficiales.
Con información de Reuters.
DCN/Agencias