Estados Unidos defiende que el tercer vuelo de deportación de venezolanos se llevó a cabo sin infringir la orden judicial.
El Departamento de Justicia de EE. UU. informó el viernes que el tercer avión utilizado el pasado sábado para deportar a ciudadanos venezolanos a El Salvador no vulneró una orden judicial. Esta afirmación se basa en que todos los ocupantes tenían «órdenes firmes de expulsión» y no fueron deportados bajo la ley de Enemigos Extranjeros.
El abogado del Departamento de Estado explicó al juez federal James Boasberg, del distrito de Columbia, que aunque no conocía los detalles de las órdenes, todos en el tercer vuelo contaban con órdenes finales de expulsión. El juez había emitido una orden el sábado para frenar las deportaciones, en respuesta a la invocación por parte del presidente Donald Trump de la ley de Enemigos Extranjeros, una normativa de 1798 no utilizada en décadas.
Ese día, tres vuelos despegaron de Texas y llegaron a El Salvador, entregando a más de 200 venezolanos a las autoridades locales, quienes decidieron encarcelarlos. El Gobierno de EE. UU. argumentó que al momento de despegar los primeros dos aviones, la orden judicial no era aún efectiva, ya que no se había presentado por escrito, y añadió que un juez federal no tiene autoridad sobre las políticas de inmigración y seguridad nacional.
El juez Boasberg cuestionó la respuesta del Departamento de Justicia, señalando que los ocupantes del tercer avión fueron enviados a otro país en lugar de ser deportados rápidamente a Venezuela. Además, el juez solicitó información más detallada sobre el caso y se comprometió a investigar a fondo para determinar si se violó su orden.
Boasberg también planteó interrogantes sobre la rapidez con la que se firmó la proclamación relacionada con la ley de Enemigos Extranjeros, sugiriendo que si ninguna corte puede revisarlo, el presidente podría afirmar que cualquier persona está invadiendo EE. UU. Este caso se inserta en la política migratoria del Gobierno de Trump, que ha señalado a la banda Tren de Aragua como responsable de una supuesta invasión al país, lo que ha suscitado un debate sobre la separación de poderes en EE. UU.
DCN/Agencias