Familiares y amigos de migrantes venezolanos se reunieron este lunes en Caracas para exigir justicia y el regreso de sus seres queridos, a quienes consideran «secuestrados» en El Salvador. Esto ocurre tras la deportación por parte de EE.UU. de más de 200 venezolanos a esa nación, acusados de formar parte de la banda transnacional Tren de Aragua.
Con pancartas y consignas como «libertad» y «migrar no es un delito», madres, padres y esposas de migrantes se congregaron en la plaza Bolívar, preocupados por la suerte de sus parientes que fueron detenidos en Estados Unidos y temen haber sido llevados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecotec) en El Salvador.
Una de las madres, quien teme que su hijo, detenido en Texas, haya sido transferido al país centroamericano, narró que su hijo vivía en EE.UU. junto a su esposa y su pequeña hija, que ahora se encuentran en México a la espera de ser repatriadas. Mendoza mencionó que Jean Claude estaba en espera de su proceso de asilo y que, al enterarse por un medio estadounidense, vio su nombre en la lista de venezolanos deportados.
«Mi hijo decía: ‘Nos enviarán a Venezuela, pero yo sé que no vamos a Venezuela porque no he firmado ninguna deportación'», indicó el padre, quien solicitó al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, que verifique los antecedentes penales de los detenidos, argumentando que «no son delincuentes».
Los familiares también hicieron un llamado a Bukele y al presidente de EE.UU. para que respeten el «debido proceso», alegando que han sido tratados de manera indiscriminada. Mientras tanto, Venezuela denunció una «cacería de brujas» contra sus ciudadanos en EE.UU., mencionando las acciones de Trump y una ley de 1789 utilizada para la deportación.
DCN/Agencias