Gustavo Dudamel da el pistoletazo de salida a su última temporada con la Filarmónica de Los Ángeles antes de embarcarse en una emocionante nueva jornada en otra vibrante ciudad de EE. UU. ¡Un adiós lleno de música y pasión!

El maestro Gustavo Dudamel, orgullo venezolano, ha comenzado esta semana su última temporada al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, pues se prepara para un nuevo capítulo en su carrera al mudarse a Nueva York con la misión de revivir el esplendor de la orquesta neoyorquina.

Después de 16 años junto a la Filarmónica de Los Ángeles, donde llegó por la mano de Deborah Borda, Dudamel asumirá el cargo de director musical y creativo de la prestigiosa New York Philharmonic, una orquesta que ha sido conducida por leyendas como Gustav Mahler y Leonard Bernstein. La misma Borda fue quien convenció a Dudamel para que diera este salto a la ciudad que nunca duerme; al respecto comentó al New York Times: “Es un encaje sensacional. Estoy feliz por nuestra orquesta y por nuestra ciudad”, expresando así su admiración por el director venezolano.

Durante esta última temporada, que es la número 17 para él en Los Ángeles, la Filarmónica ha decidido bautizarla como «Gracias». En este periodo, Dudamel dirigirá 14 programas distintos, dando inicio en septiembre con el estreno mundial de una obra de la compositora Ellen Reid, ganadora del Pulitzer. En octubre, se aventurará a dirigir el ballet «El pájaro de fuego», así como «La consagración de la primavera» de Stravinsky, y también ofrecerá la impresionante Segunda Sinfonía de Mahler.

Además, el maestro llevará a la orquesta a una gira de dos semanas que incluirá paradas en Corea, Japón y Taiwán. En su repertorio, no faltarán obras de Beethoven, Wagner, Strauss, Schumann y del compositor venezolano Ricardo Lorenz, según reporta La Razón de España.

Dudamel reflexionó sobre su tiempo en Los Ángeles, afirmando: «Es bonito ver que estamos cerrando un capítulo en un estado tan hermoso de nuestra relación. No es el final, solo se abre un nuevo capítulo», lo que deja entrever su optimismo y ganas de afrontar este nuevo reto. Desde luego, su partida dejará una huella imborrable en la cultura californiana.

Así que, con gran tristeza pero también con orgullo, despedimos a Dudamel de Los Ángeles, mientras lo seguimos con la expectativa de lo que logrará en la Gran Manzana.

DCN/Agencias