Las autoridades en la Franja de Gaza, bajo el control de Hamás, informaron el miércoles 19 de marzo sobre la muerte de un trabajador humanitario de la ONU tras un bombardeo presuntamente realizado por el Ejército de Israel. El ataque dejó también a otros cinco empleados heridos, algunos de gravedad, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
El ministerio aseguró en un comunicado que «seis trabajadores extranjeros de organizaciones de Naciones Unidas han resultado heridos» en este bombardeo, añadiendo que uno de ellos falleció tras ser llevado al Hospital Mártires de Al Aqsa, ubicado en Deir al Balá. La cadena qatarí Al Jazeera reportó que el ataque impactó un edificio utilizado por la ONU como alojamiento para sus trabajadores internacionales, aunque no se han proporcionado detalles sobre las identidades de las víctimas o las organizaciones para las que laboraban.
El Ejército de Israel, por su parte, rechazó las acusaciones y afirmó que sus Fuerzas de Defensa no atacaron una instalación de la ONU en Deir al Balá, instando a los medios a ser cautelosos con la información no verificada.
La oficina de prensa de las autoridades gazatíes condenó el hecho, acusando a Israel de cometer «un crimen horrible al atacar personal de Naciones Unidas». En un comunicado, señalaron que este ataque se suma a un patrón de violaciones y crímenes que, según ellos, representa un crimen de guerra. También hicieron énfasis en la supuesta intención de Israel de obstaculizar la labor humanitaria en la Franja de Gaza, que enfrenta condiciones severas.
Además, exigieron a la ONU que adopte una postura clara ante lo ocurrido, solicitando medidas inmediatas para que Israel rinda cuentas por estos ataques. Demandaron asimismo una investigación internacional urgente sobre el incidente y acciones por parte de instituciones de derechos humanos.
DCN/Agencias