La noticia del fallecimiento del icónico actor Gene Hackman, junto a su esposa Betsy Arakawa, ha dejado a todos consternados y rodeados de un aura de inexplicabilidad. Después de semanas de investigación, las autoridades finalmente esclarecieron lo sucedido con la pareja.
Según el informe de la autopsia, Hackman perdió la vida el 17 de febrero a causa de una enfermedad cardiovascular. Sin embargo, lo que se ha revelado es que el reconocido actor se encontraba sumido en un estado de soledad y confusión, debido a su avanzado Alzheimer.
La trama se complica aún más al descubrir que Betsy Arakawa falleció una semana antes que él, en el baño de su hogar en Santa Fe, Nuevo México. Las primeras indagaciones indican que su deceso fue ocasionado por un extraño virus transmitido por roedores.
Con la muerte de Arakawa, Hackman quedó sin la compañía y cuidado de su esposa, quien era su principal soporte en esos momentos difíciles de salud. Las autoridades locales, representadas por el sheriff de la zona, confirmaron que el actor pudo haberse mantenido sin conocimiento del fallecimiento de su esposa durante varios días.
La doctora Heather Jarrett, quien atendía al actor, detalló que Hackman padecía de «Alzheimer avanzado» y un «estado de salud muy deteriorado». Aislado, el actor pasó una semana en completa desorientación. En el momento de su fallecimiento, su estómago estaba vacío, lo que sugiere que posiblemente murió de debilidad extrema luego de sufrir una fibrilación auricular.
El hallazgo del cuerpo de Hackman ocurrió en un cuarto contiguo a la cocina. Se le encontró con su bastón y gafas de sol, lo que indica que intentó abandonar su hogar antes de que su corazón cediera. En un trágico giro, el perro de la pareja se encontraba en una jaula, y debido a la muerte de Arakawa y la confusión de Hackman, la mascota lamentablemente perdió la vida por inanición.
Betsy y Gene, quienes compartían una vida juntos desde 1991, dejaron un legado en el cine que perdurará en la memoria de todos. Una historia de amor y tragedia que nos recuerda la fragilidad de la vida.
DCN/Agencias