El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., anunció el 11 de marzo que el expresidente Rodrigo Duterte ya se encuentra en un avión rumbo a La Haya, Países Bajos, tras ser detenido a solicitud de la Corte Penal Internacional (CPI) por supuestos crímenes contra la humanidad durante su controvertida «guerra contra las drogas».
Marcos Jr. informó que el avión despegó a las 23:03 horas (hora local) y resaltó que Duterte fue detenido en la base aérea de Villamor, al sur de Manila, después de llegar de Hong Kong acompañado por su esposa y otros. «El señor Duterte fue detenido en cumplimiento de nuestros compromisos con Interpol», mencionó durante una conferencia de prensa.
El mandatario filipino agregó que, horas antes de la llegada de Duterte, Interpol Manila recibió una orden de detención de la CPI. Según Marcos Jr., la cooperación con Interpol es esencial para asegurar la ayuda en otros casos de fugitivos filipinos en el extranjero.
Marcos Jr. expresó que esta acción es lo que espera la comunidad internacional de un país democrático. Sin embargo, la vicepresidenta y hija de Duterte, Sara Duterte, criticó la detención, alegando que su padre estaba siendo «trasladado a la fuerza» a La Haya. En un comunicado, declaró que el gobierno había entregado a un ex presidente «a las potencias extranjeras», lo que consideró un ataque a la soberanía y a los derechos de Duterte, quien, según ella, no había sido presentado ante una autoridad jurídica competente antes del traslado.
Cabe destacar que Duterte asumió el cargo en 2016, utilizando su «guerra contra las drogas» como eje central de su campaña. Durante su gobierno, las autoridades reportaron alrededor de 6,000 muertes asociadas a dichas operaciones, aunque organismos humanitarios estiman que este número podría alcanzar hasta 30,000.
La situación actual de Duterte ha cobrado atención internacional y ha suscitado reacciones encontradas en Filipinas sobre el respeto a la soberanía y la justicia.
DCN/Agencias