Por: Omar Estacio Z
La guerra se define aquí en su significado más amplio y aterrador. Un principio jurídico romano establece que "lo accesorio no conduce, sino que sigue la suerte de lo principal". Este concepto ha sido parte del derecho en diversos países, incluidos Estados Unidos, donde se aplica la Ley de Enemigos Extranjeros (AEA), promulgada en 1798. Esta ley ha llevado a la deportación de aproximadamente 230 venezolanos en EE. UU., lo que se argumenta como una violación de la Quinta Enmienda de la Constitución.
La AEA permite que el Ejecutivo estadounidense detenga y decrete la deportación de inmigrantes de países con los que EE. UU. se encuentra en conflicto, pero la definición de "guerra" no depende de plataformas sociales. Desde 1973, la Ley de los Poderes de Guerra (WPA) establece que solo el Congreso puede declarar la guerra. El Presidente, como Comandante en Jefe, puede desplegar tropas en caso de amenaza, pero debe informar al Congreso dentro de 48 horas.
Se cuestiona, entonces, la existencia de una guerra entre EE. UU. y Venezuela, ya que los requisitos legales que la definen, según la WPA, no se han cumplido. Por ende, no se podrían aplicar las disposiciones de la AEA. Las detenciones de estos venezolanos no pueden ser clasificadas como resultado de un conflicto internacional, y la ONU, OEA, UE y El Vaticano no han mediado en este supuesto conflicto.
De los 230 deportados, cada uno tenía derechos a una defensa legal y a ser informado de las acusaciones en su contra. Aquellos involucrados en actividades criminales deben enfrentar consecuencias, pero quienes no han delinquido no deben ser encarcelados sin el debido proceso. En este caso, su detención en El Salvador sin comparecer ante un juez muestra una grave transgresión de sus derechos.
Un relato histórico destaca cómo un molinero desobedeció al rey Federico de Prusia, quien intentó despojarlo de su molino. Después de presentar un fallo judicial en contra del monarca, este se vio obligado a reflexionar sobre el respeto al derecho.
La situación de los venezolanos deportados también invita a la reflexión sobre el debido proceso en Estados Unidos, donde aún existen jueces que defienden los derechos fundamentales.
DCN/Agencias