Desde el umbral de la próxima batalla que enfrentará la selección nacional de fútbol, los ecos de las estadísticas se alzan como un grito de auxilio para Fernando “Bocha” Batista. Las cifras indican que sus predecesores, Richard Páez y César Farías, lograron rendimientos mucho más altos en las primeras 12 fechas de eliminatorias mundialistas. Páez alcanzó 14 puntos en la ruta hacia Alemania 2006, mientras que Farías anotó 15 en su camino a Brasil 2014. En contraste, Batista solo contabiliza 12 unidades y se enfrenta a un desafío crucial ante Ecuador en la fecha 13.
Este partido, programado para el 21 de marzo en Quito, podría ser decisivo para el “Bocha”, quien carga con el peso de enfrentar un rival que históricamente ha sido complicado para la Vinotinto. Desde la capital ecuatoriana, el equipo venezolano intentará revertir su situación, ya que actualmente ocupa el octavo lugar en la tabla y una victoria es indispensable para seguir soñando con el mundial 2026.
Sin embargo, la presión sobre el técnico argentino es palpable. La relación entre él y la afición ha alcanzado un punto crítico; muchas voces exigen su cabeza si se produce un nuevo tropiezo. La ilusión que había traído al asumir el mando tras la salida de José Pekerman se ha evaporado, dejando al “Bocha” en un estado de vulnerabilidad.
Los resultados de Batista hasta la fecha son preocupantes. Desde agosto de 2024, Venezuela había comenzado la clasificatoria con esperanzas, encontrándose en puestos clasificatorios. Sin embargo, en septiembre, todo se tornó en una racha de resultados negativos, sumando hasta ahora 2 victorias, 6 empates y 4 derrotas. Con el panorama así, los seguidores de la Vinotinto son claros: el partido contra Ecuador es una prueba de fuego que podría determinar el futuro de Batista al frente de la selección.
Así, la Vinotinto se prepara para este crucial encuentro con la mira fija en sumar puntos que les ayuden a afianzar su sueño mundialista. El tiempo apremia y las decisiones deben ser rápidas, pues el tren mundialista no espera a nadie.
DCN/Agencias