¡Caos en plena fiesta! El techo de una discoteca se desploma durante el electrizante show de Rubby Pérez.
En la madrugada del martes 8 de abril de 2025, mientras el reconocido merenguero Rubby Pérez se presentaba en la discoteca Jet Set, parte del techo del local colapsó. En cuestión de segundos, la euforia de la actuación se transformó en una situación de pánico cuando los escombros, incluyendo concreto y estructuras metálicas, cayeron sobre la pista de baile y las mesas del establecimiento.
Más de 370 rescatistas, apoyados por 77 ambulancias, fueron desplegados de inmediato para atender la emergencia. El Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional y equipos especializados se encuentran trabajando intensamente en las labores de rescate y evacuación de aquellos atrapados bajo los escombros.
Las primeras atenciones se han trasladado a varios centros de salud en la capital, donde los heridos están recibiendo asistencia médica prioritaria.
En ese contexto, la hija de Rubby Pérez ha confirmado que su padre se encuentra atrapado dentro del local. Entre lágrimas, hizo un llamado al pueblo dominicano para que se una en oración, mientras continúan las labores de rescate. Según su relato, solo unos pocos coristas lograron salir, y aún se desconoce la situación del artista. Cabe destacar que uno de los saxofonistas de su banda falleció durante el incidente.
Hasta el momento, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha reportado la muerte de 13 personas y al menos 70 heridas, cifras que podrían variar conforme avancen las labores en el lugar.
La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, se encuentra en la escena, junto a miembros del COE, la Policía Nacional y la Defensa Civil, coordinando las labores de búsqueda y rescate.
Rubby Pérez, conocido como «La Voz Más Alta del Merengue», estaba cautivando al público en la discoteca Jet Set cuando ocurrió la tragedia, lo que marcó un triste desenlace para un lugar que ha sido emblemático para los seguidores del merengue. Su conexión con Jet Set era muy especial, ya que sus presentaciones eran esperadas con entusiasmo y cada concierto se convertía en una auténtica fiesta colectiva.
DCN/Agencias