La Basílica de Santa María la Mayor en Roma abrió sus puertas el domingo 27 de abril, para que los fieles pudieran visitar la tumba del papa Francisco, un día después de su funeral, celebrado el lunes 21 de abril. En las primeras horas, miles de personas se acercaron al lugar, con tiempos de espera de aproximadamente una hora para acceder.
El acceso a la Basílica fue temporalmente bloqueado debido a la gran cantidad de asistentes. Según informa ‘La Stampa’, se solicitó a quienes ya habían visitado la tumba que se retiraran rápidamente para permitir la entrada de más personas haciendo fila.
La tumba del papa Francisco se ubica junto a la de Honorio III y está elaborada en mármol de la región de Liguria, con la inscripción ‘Franciscus’. Además, incluye una reproducción de su cruz pectoral y está adornada con una rosa blanca, símbolo de su conexión con Santa Teresa de Lisieux. Este sencillo sepulcro se localiza en el nicho de la nave lateral, entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza de la basílica.
Durante la tarde, los cardenales realizarán una visita como parte de una peregrinación, ingresando por la Puerta Santa. La última entrada a la Basílica se permite a las 18:30 horas.
El papa Francisco fue inhumado en la Basílica de Santa María Mayor, cumpliendo su deseo, en lugar de ser enterrado en el Vaticano. Sus restos se suman a los de otros siete papas ya enterrados allí. En relación a su elección, el papa mencionó que su devoción hacia esta basílica era motivo de su decisión, destacando su vinculación especial con el lugar.
El sábado anterior, el pontífice había llegado al templo cerca de la 1:00 p.m. tras la misa exequial celebrada en el Vaticano.
DCN/Agencias