Venezuela enfrenta un panorama complicado ante nuevas sanciones de Estados Unidos, restricciones en el comercio petrolero con naciones aliadas, el aumento de la brecha cambiaria y la incertidumbre política, factores que podrían desencadenar una nueva ola migratoria para el 2025, según Manuel Sutherland, director del Centro de Investigación y Formación Obrera (Cifo) en Caracas.
Las recientes devaluaciones del bolívar han impactado duramente la economía, afectando especialmente al sector comercio y la capacidad adquisitiva de la población. Sutherland reporta que entre 2013 y 2021, la economía perdió entre 70% y 80% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que propició una migración forzada hasta el año 2022. Aunque el primer semestre de 2024 mostró cierto crecimiento, el Banco Central de Venezuela (BCV) no ha publicado cifras oficiales al respecto.
Desde octubre, señala Sutherland, el país ha experimentado un deterioro en el tipo de cambio que recuerda a la crisis de 2017, lo que podría impulsar a más venezolanos a emigrar si no se implementan medidas urgentes.
Los factores que agravan esta macro devaluación incluyen: la sobrevaluación del tipo de cambio, que considera por debajo de lo normal; una disminución del 40% en la oferta de dólares en comparación con el año anterior; y un aumento del 150% en la base monetaria, que ha llevado el precio del dólar paralelo a más de 100 bolívares. Este escenario pone de relieve problemas estructurales como bajos salarios y demanda insuficiente.
Sutherland también alertó sobre las sanciones y aranceles de Estados Unidos, que generan consecuencias negativas y hacen difícil prever el futuro económico. Las consultoras privadas proyectan una inflación que podría cerrar en 320% y un tipo de cambio que se duplicaría para fin de año.
En contraste, algunos jóvenes han optado por quedarse en el país, buscando emprender y construir su futuro, según reportes de Radio Fe y Alegría.
DCN/Agencias