La selección venezolana de fútbol atraviesa un momento complicado tras la inesperada cirugía del arquero Rafael Romo. El jugador, que milita en la Universidad Católica, ha estado batallando con problemas en su tobillo derecho durante varios meses y ha sido diagnosticado con osteocondritis, una afección que afecta el cartílago de esa articulación.
A través de sus redes sociales, Romo comentó que ha vivido «meses difíciles de dolor» y que la operación era indispensable para su bienestar. El tiempo de recuperación oscila entre 8 y 12 semanas, lo que podría significar que se perderá el parón de selecciones de junio, donde la Vinotinto se medirá ante Bolivia y Uruguay.
Esta ausencia representa un dilema para el director técnico Fernando «Bocha» Batista, quien ahora debe decidir quién ocupará el puesto de titular bajo los tres palos en los próximos compromisos. Las opciones no faltan; nombres como Wuilker Faríñez, José Contreras y Alain Baroja están sobre la mesa. Sin embargo, la pérdida de Romo, una pieza clave que se destacó al detener un penal en la última fecha FIFA contra Ecuador, representa un golpe severo a las aspiraciones de la Vinotinto en su camino hacia el Mundial.
La situación pinta tensa, y los fanáticos esperan que Batista logre encontrar la mejor fórmula para mantener vivas las esperanzas mundialistas en esta crucial etapa de eliminatorias. La selección, que ha estado mostrando un crecimiento significativo en los últimos años, necesitará más que nunca un portero que esté a la altura de la exigencia. Todos los ojos estarán puestos en quién tomará el mando en el arco de la Vinotinto en los próximos encuentros decisivos.
DCN/Agencias