Ecuador celebra este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, donde los votantes deben decidir entre la reelección del actual presidente Daniel Noboa y el regreso de Luisa González, quien podría convertirse en la primera mujer presidenta del país elegida en las urnas.
Esta es la segunda vez en un año y medio que los ecuatorianos eligen entre Noboa y González. En las elecciones extraordinarias de 2023, Noboa obtuvo el 51,83% de los votos frente al 48,17% de González, aunque se espera que esta vez la votación sea aún más reñida, dada la baja diferencia de poco más de 16,000 votos en la primera vuelta.
El ganador gobernará Ecuador por cuatro años (2025-2029) y simboliza dos visiones opuestas del Estado. Noboa, líder de Acción Democrática Nacional (ADN), ha propuesto una Asamblea Constituyente para reformar la actual Constitución; busca atraer inversión extranjera y ha expresado su apoyo a políticas de control del gasto público y flexibilización laboral. En el ámbito internacional, se alinea con Estados Unidos y ha reconocido a Edmundo González Urrutia como presidente de Venezuela, mientras mantiene relaciones conflictivas con gobiernos de izquierda.
González, candidata de la Revolución Ciudadana (RC), representa el modelo correísta, que aboga por mayores políticas sociales y control económico. Ha prometido reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y retomar relaciones con México.
La campaña electoral ha estado marcada por tensiones y ataques. González ha intentado unir fuerzas políticas de izquierda, prometiendo un gobierno de «unidad» sin persecuciones. A su lado, el movimiento indígena Pachakutik, que apoyó a su candidato Leonidas Iza en la primera vuelta, es clave en el balotaje, aunque otros grupos indígenas respaldan a Noboa.
Noboa ha enfatizado su enfoque de «mano dura» contra la violencia criminal, que ha convertido a Ecuador en uno de los países con los más altos índices de homicidios en la región. Aproximadamente 100,000 miembros de las fuerzas de seguridad serán desplegados para garantizar la seguridad en los centros de votación, de los cuales 60,000 son policías y 40,000 militares.
Ambos candidatos ya han denunciado irregularidades en las elecciones anteriores, aunque observadores internacionales como la Unión Europea y la OEA no encontraron pruebas de fraude. Noboa ha incluso alegado que bandas criminales extorsionaron a votantes para favorecer a González. El Consejo Nacional Electoral (CNE) prohibió el uso de teléfonos en la votación para evitar la fotografía de las papeletas, lo que ha generado controversia.
DCN/Agencias