Un reciente informe del Bank of America destaca que la Generación Z, compuesta por quienes nacieron entre 1997 y 2012, se proyecta como la más rica de la historia a pesar de enfrentar actualmente salarios bajos y dificultades para acceder a vivienda propia. Este análisis revela que, en los últimos dos años, esta generación ha logrado acumular aproximadamente 9.720 millones de dólares. Se estima que para el año 2030 dicha cifra se cuadruplicará, alcanzando los 70.000 millones para el 2040.
Para esas décadas, se prevé que la Generación Z represente el 30% de la población mundial, ocupando posiciones en la fuerza laboral y teniendo gran influencia en decisiones económicas globales. Un factor clave que menciona Bank of America es la llamada «gran transferencia de riqueza», que implica que las generaciones anteriores, como los Baby Boomers, dejarán una herencia significativa, calculada en unos 90.720 millones de dólares, de los cuales un 38% irá directamente a la Generación Z.
El informe también subraya que esta generación posee el nivel educativo más alto hasta la fecha, lo que tendrá un efecto positivo en sus ingresos. Datos de febrero indican que el crecimiento salarial de la Generación Z alcanzó el 8% interanual, la tasa más alta entre todas las generaciones y el doble del promedio general. Sin embargo, a pesar del aumento en sus ingresos, esta generación presenta un bajo hábito de ahorro; su relación gasto/ahorro es de 1,93, lo que indica que sus ingresos no son suficientes para cubrir un mes completo de gastos promedio.
En cuanto al uso de sus recursos, los analistas observan que la Generación Z tiende a priorizar los viajes, las experiencias personales y decisiones de consumo más conscientes, en contraposición a objetivos tradicionales como la compra de bienes raíces o vehículos. Esta tendencia podría alterar significativamente el comportamiento de las economías globales. En caso de que se cumplen las proyecciones, la Generación Z no solo desvirtuará la idea de que «nunca tendrán nada», sino que se convertirán en los administradores del mayor caudal económico del siglo.
DCN/Agencias