En una operación llevada a cabo por la Coordinación de Investigaciones de Delitos de Trata de Personas de la Delegación Municipal Valencia, se logró rescatar a una joven de 18 años en Maturín. La víctima había sido captada por una red de trata de personas.
Según Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), el rescate se inició a partir de una denuncia presentada por la madre de la joven. A través de las indagaciones, se estableció que la joven había sido abordada por una mujer identificada como Mía Nahomi, quien le ofreció trabajo en Trinidad y Tobago. La joven aceptó la oferta y viajó junto a otra adolescente de 15 años.
Ambas jóvenes fueron trasladadas, bajo engaños, a San José de Buja, en el estado Monagas. En el lugar, estaban bajo la custodia de Keliuska Ester Baque Guerra, de 31 años, y Luis Zacarias Espinoza Velásquez, de 29 años, quienes aún no han sido capturados. Estos individuos se encargaron de mantener a las víctimas bajo vigilancia mientras otros cómplices, aún no identificados, planificaban llevarlas por vía marítima hacia Trinidad y Tobago para someterlas a trabajos forzosos.
La detención de Baque Guerra fue posible gracias a la colaboración de los investigadores de la Delegación Municipal de Maturín, quienes fueron alertados por sus colegas en Valencia sobre la situación de la víctima en la zona. Durante la operación, se confiscó un vehículo Toyota 4 Runner con la placa GDA92Y, propiedad de Luis Espinoza, además de una embarcación tipo lancha, un arma de fuego de tipo escopeta, dos motores fuera de borda, seis municiones y un teléfono celular.
Se sigue trabajando en la identificación y captura de los otros involucrados en este caso, mientras se asegura la protección de las víctimas. El Cicpc continúa sus esfuerzos para desmantelar redes de tráfico y trata de personas en el país.
DCN/Agencias