Este jueves, la música lloró la pérdida del icónico Rubby Pérez, reconocido como «La voz más alta del merengue». El artista falleció trágicamente la madrugada del martes en una discoteca de Santo Domingo, donde se encontraba brindando un concierto, en un accidente que dejó un saldo devastador de 220 almas.
Una multitud de fanáticos, artistas y personalidades del ámbito político y periodístico se agolpó en el Teatro Nacional de Santo Domingo para rendir homenaje al querido cantante. Muchos de ellos, ataviados de negro, desafiaron el intenso calor para despedir a un ícono que llevaba su esencia en el sombrero y las gafas de sol que adornaban su ataúd, que fue cubierto en ocasiones con la bandera de Venezuela, nación que Pérez consideraba su segunda casa.
Rubby Pérez, quien ganó reconocimiento internacional gracias a su participación con la orquesta de Wilfrido Vargas y éxitos como «El africano», fue homenajeado por el ministro de Cultura de República Dominicana, Roberto Ángel Salcedo, quien destacó su legado como una «gloria del arte nacional». El presidente Luis Abinader también estuvo presente en la ceremonia, que siguió a un velorio privado el día anterior.
La conmoción por su partida se dejó sentir en todos los rincones, y su exministra de Cultura, Milagros Germán, reflexionó sobre el impacto eterno que su música tendrá en la sociedad dominicana. Durante el emotivo velorio, donde la música religiosa resonaba entre las lágrimas, dos de sus hijas ofrecieron un sentido homenaje. Entre los asistentes, el venerado cantautor Juan Luis Guerra destacó en un video, recordando a Pérez como «un gran amigo y compañero», y considerándolo «la voz más hermosa del merengue».
Nacido el 8 de marzo de 1956 en Haina, el nombre real de Rubby era Roberto Antonio Pérez Herrera. Su camino musical comenzó después de un accidente de tránsito que interrumpió sus sueños de ser pelotero. Conocido por éxitos como «Volveré» y «De color de rosa», su carrera despegó finalmente en 1986 con su propia agrupación, consolidando su lugar en el corazón de los dominicanos y dejando un legado imborrable en la música tropical.
El fatal accidente, que también cobró la vida de varios notables, dejó a muchos en un profundo luto, y su música perdurará como homenaje a su talento y carisma.
DCN/Agencias