Narcisse Snake Dens, en la provincia de Manitoba, Canadá, es conocido por ser el hogar de la reunión más grande de serpientes en el mundo. Cada año, más de 75,000 reptiles se congregan en este lugar con el propósito de aparearse. Este fenómeno, que atrae tanto a aficionados como a científicos, se lleva a cabo desde finales de abril hasta principios de mayo, y dura aproximadamente tres semanas. Durante este tiempo, las serpientes, en su mayoría de la especie liga oriental (Thamnophis sirtalis sirtalis), emergen de sus escondites y llenan el área.
Según National Geographic, el entorno de Narcisse es ideal para estos reptiles debido a la presencia de marismas y grietas de piedra caliza. Las marismas, que son humedales formados en zonas bajas cerca de desembocaduras de ríos, se convierten en el hogar de numerosas ranas durante el verano, constituyendo una fuente de alimento para las serpientes. En contraste, durante el invierno, las temperaturas pueden descender a -40 °C, lo que obliga a las serpientes a refugiarse en las grietas de piedra caliza, donde se protegen del frío durante aproximadamente ocho meses. A medida que llega la primavera, emergen para reproducirse, regresando a las marismas para alimentarse en verano antes de buscar refugio nuevamente al llegar el frío.
En cuanto al proceso de apareamiento, en una visita que realizó Paul Colangelo, un explorador de National Geographic, en 2014, comentó que en esta zona se pueden ver serpientes por todas partes. Aunque son inofensivas, poseen un mecanismo de defensa que consiste en expulsar un fluido corporal cuando se sienten amenazadas. Colangelo también describió el fenómeno de las «bolas de apareamiento», donde los machos se agrupan en agujeros mientras las hembras son atraídas por ellos. Posteriormente, las hembras dan a luz en las marismas en verano.
Debido a la gran cantidad de serpientes que cruzan las carreteras en primavera, Narcisse Snake Dens se ha convertido en una reserva natural adaptada para proteger a los reptiles. Localmente, se dice que anteriores accidentes automovilísticos eran comunes, ya que los vehículos derrapaban por el exceso de serpientes fallecidas en la vía. Antes, aproximadamente 20,000 serpientes morían anualmente por atropellos, pero gracias a un esfuerzo comunitario, se ha logrado reducir esa cifra a 2,000 mediante la instalación de tuberías que permiten que los reptiles crucen con seguridad.
DCN/Agencias