El Nuevo Herald: Oposición y Chavismo aceleran posible transición para la era pos-Chávez

La salida intempestiva de Chávez a Cuba sin que se hiciera pública en televisión, el fortalecimiento de Diosdado Cabello como el “hombre fuerte de la revolución”, y quien estaría orquestando el acercamiento con la oposición, así como el inicio de las conversaciones entre gobierno y oposición para obtener una amnistía para los presos políticos y los exiliados del régimen, son algunas de esas “señales”.

Lea a continuación el reportaje completo:

El deterioro en la salud del presidente Hugo Chávez, quien recibe atención médica en Cuba bajo un pesado manto de secretismo, estaría acelerando la búsqueda de mecanismos para garantizar algún tipo de transición ordenada en Venezuela, en momentos en que el riesgo de violencia política y el espectro de dificultades económicas ejercen presión sobre actores del gobierno para forjar líneas de entendimiento con la oposición.

Analistas consultados por El Nuevo Herald dijeron que existe un creciente número de señales que muestran la existencia de un delicado baile entre integrantes del chavismo y de la oposición para tratar de evitar que la eventual separación de Chávez del poder empuje a la polarizada Venezuela hacia una era de violencia.

No obstante, los expertos consultados también advirtieron que esos esfuerzos son obstaculizados por la desconfianza que gira en torno a las verdaderas pretensiones del liderazgo chavista, que al contar con casi un total monopolio sobre las estructuras del poder, podría solo estar dispuesta a ofrecer a la oposición espacios residuales de existencia para mantener una fachada de democracia.

Aún así, los prospectos de una separación de Chávez del poder presenta grandes problemas para el chavismo, ante el hecho de que por años el líder de la Revolución Bolivariana había acumulado un prestigio que le permitía soportar internacionalmente las insistentes acusaciones que pese a su legitimidad de origen su gobierno se había convertido en una dictadura.

Es un prestigio del cual no disfrutan los potenciales herederos del chavismo —encabezados por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y el vicepresidente y Canciller, Nicolás Maduro, quienes además enfrentan proyecciones de un escenario económico muy difícil para los próximos meses, por efecto del desorden de las finanzas públicas acumulados en los últimos años.

Ese escenario, que habría de agravar el creciente descontento popular —visible actualmente en las cientos de manifestaciones de protestas que se registran todos los meses en Venezuela— estaría impulsando al chavismo a tratar de entablar el diálogo con la oposición, dijo Rafael Poleo, dueño de la Revista Zeta y el diario El Nuevo País.

“Esto tiene las características de ser el comienzo de una transición, buscando un área común con la oposición, un poco al margen de Chávez, porque la situación que les viene es tremenda en el área económica. Lo que se busca es la regularización de la vida política del país, hacía un modelo político civilizado”, dijo Poleo desde Miami.

Señales del Chavismo

Las señales de que el chavismo busca un acercamiento con actores de la oposición han estado creciendo, en momentos en que aumenta la evidencia de que Chávez, quien padece de cáncer, ya no ejerce el mismo control sobre su revolución que ejercía antes.

Al mandatario se le ha visto muy poco desde que salió victorioso de los comicios presidenciales de octubre y llevaba 10 días sin que se le viera en las cámaras antes de que solicitara permiso para permanecer por tiempo indefinido en Cuba para recibir cuidado médicos.

Su traslado a La Habana no fue transmitido por televisión, en un incumplimiento con el tradicional protocolo. Tampoco se le ha vuelto a ver en público desde que llegó a la isla.

Su ausentismo público llama la atención en momentos en que Venezuela está próxima a sostener elecciones de gobernadores, el 16 de diciembre, proceso que bajo otras circunstancias habría mostrado a un Chávez muy activo en la campaña de los candidatos de su partido.

“Ha sido notoria la ausencia [de Chávez] en las campañas para la elecciones de gobernadores, después de la confesión de él, cuando dijo algo así como ahora entiéndanse sin mí”, dijo el analista Alberto Franceschi desde Caracas.

También genera interrogantes los últimos cambios emprendidos a la cúpula militar apartando a generales que han sido acusados por las autoridades estadounidenses de participar en actividades del narcotráfico, en lo que Franceschi describió como un saneamiento de la institución, una manera de limpiar casa para evitarle complicaciones al nuevo régimen.

Además está el palpable fortalecimiento dentro de las filas del chavismo de Cabello, quien en las últimas semanas ha emergido como el hombre fuerte de la revolución, incluso imponiéndose sobre la voluntad manifiesta del propio Chávez, quien trató de apartarlo hace unos meses enviándolo como candidato para la gobernación del estado Monagas.

Para el analista Martín Rodil, Cabello se ha convertido en la principal fuerza detrás de la “revolución”, manteniendo el control sobre el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), así como sobre gran parte de cúpula militar y del sector financiero.

Esa concentración de poder, le ha permitido cimentar su liderazgo dentro del partido, haciendo de lado a Maduro, quien Chávez nombró de vicepresidente y quien es el claro heredero del mandatario, dijo Rodil.

Puede que Maduro sea el ungido por Chávez como su sucesor, pero no sería más que una figura ya que Cabello sería el hombre que realmente sostendría las riendas del poder, sostuvo.

Para el asesor político Estaban Gerbasi, es Cabello precisamente el que estaría orquestando el acercamiento con la oposición a través del ex vicepresidente José Vicente Rángel, quien es visto como el máximo operador político del régimen.

Esos esfuerzos se hacen cada vez más apremiantes en la medida de que la salud del mandatario venezolano se deteriora.

“José Vicente está previendo que Chávez se va a morir, y está buscando crear un ambiente político para que no se arme un golpe de Estado en Venezuela. Y evitar que a la salida de Chávez, él no pierda el poder junto con Diosdado. Ellos están tratando de negociar la transición de Chávez”, sostuvo Gerbasi.

Primer acercamiento

El delicado baile entre el chavismo y la oposición comenzó con las conversaciones para obtener una amnistía para los presos políticos y los exiliados del régimen, proceso que está siendo adelantado con la activa participación de Acción Democrática.

A ello se le suma las conversaciones para incorporar a elementos de la oposición dentro del Tribunal Supremo de Justicia.

Estos esfuerzos, según Gerbasi, también ayudarían a un nuevo régimen a blanquear su imagen frente a la comunidad internacional.

“La amnistía no es una medida humanitaria. Chávez tiene el liderazgo internacional para soportar las acusaciones de que viola los derechos humanos, pero ese no es el caso de Diosdado Cabello. Ellos quieren que todas esas acusaciones se vayan con Chávez, porque el que puede mantener un régimen violador de derechos humanos, corrupto, integrado por narcogenerales, se llama Hugo Chávez”, comentó Gerbasi.

Por otro lado, Franceschi calificó de imprescindible que el liderazgo chavista se siente a negociar con el opositor.

Esto se debe a que Venezuela atraviesa por una situación política muy precaria ante la existencia de bandas chavistas armadas, una delincuencia fuera de control y un descontento social que va en aumento en medio de las dificultades económicas que comienzan a afligir a los venezolanos, y lo que es peor, unas Fuerzas Armadas al borde del resquebrajamiento.

“Lo que está ocurriendo, lo que está por ocurrir, es una situación de emergencia nacional, donde lo que más convendría sería abordar todos la necesidad de promover la profunda unidad de las Fuerzas Armadas del país, para evitar que se fracturen y sean arrastradas a las peleas de las mafias internas del chavismo”, sostuvo Franceschi.

“En Venezuela existimos mucha gente que estamos dispuestos a sentarnos en una mesa redonda con todo lo que están interesados, no en la búsqueda de protagonismos inútiles o fútiles, sino en la búsqueda de soluciones de fondo a una crisis terminal de este régimen político que sólo puede acarrearnos una enorme desgracia si se fracturan las Fuerzas Armadas y se lo lleva a una confrontación interna de tipo sectaria”, sostuvo.

No obstante, son muchos los que cuestionan la posibilidad de sostener negociaciones reales con los protagonistas del actual régimen, el cual en 14 años de gobierno solo ha mostrado interés de acumular más poder para su dirigencia, refutó Gerbasi.

“Es difícil creer que los más poderosos van a buscar a los más débiles para compartir el poder, pueden tratar de convencer que lo van a hacer, hasta donde les sirva para mantener las apariencias, pero en el fondo lo que pretenden es aplastar cualquier fuerza que se pueda presentar como una alternativa real de cambio, porque lo que buscan es permanecer ellos en el poder”, comentó.

DC/El Nuevo Herald

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