Según la agencia de noticias estatal Mena, los manifestantes han levantado unas 24 tiendas de campaña en los alrededores del palacio, en el barrio cairota de Heliopolis, mientras que ha desaparecido el despliegue policial de ayer.
Durante la manifestación de este martes, se vivieron momentos de tensión entre los asistentes y la policía, ya que las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, lo que causó dieciocho heridos.
En los muros del complejo, los opositores han escrito grafiti con eslóganes contra Mursi y los Hermanos Musulmanes, grupo al que pertenecía el presidente antes de jurar el cargo en junio pasado.
En la céntrica plaza cairota de Tahrir también continúa hoy la acampada opositora contra el borrador de la nueva Constitución, que será sometido a referéndum popular en dos semanas, y contra el decreto emitido el 22 de noviembre por Mursi por el que blindó sus poderes ante la Justicia.
Las manifestaciones de ayer fueron convocadas por varios grupos y formaciones políticas laicas y revolucionarias como el Partido Egipcios Libres, el Partido Socialdemócrata Egipcio y los movimientos 6 de Abril, Kifaya y Jóvenes de Maspero.
Varios partidos, que han forman el llamado "Frente de Salvación", han dado a Mursi de plazo hasta el próximo viernes para responder a las peticiones de los manifestantes y formar una nueva Asamblea Constituyente, "que represente a todos los sectores del pueblo", informa hoy el diario independiente Al Masri al Youm.
Diálogo democrático
Por su parte la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, instó hoy a Mursi y a la oposición a entablar un "diálogo urgente y democrático", al tiempo que expresó la inquietud de Washington por la situación en ese país.
"Se necesita de forma urgente el diálogo entre las dos partes. No sólo lo que una parte pueda decir, el diálogo ha de ir en las dos direcciones", afirmó al término de la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN celebrada en Bruselas.
Clinton recordó que "hace dos años los egipcios tomaron las calles para pedir cambios democráticos, y lo hicieron por ellos mismos. Ahora necesitan una Constitución que los proteja a todos".
EFE