El tifón, que alcanzó ayer vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 195 kilómetros, ha perdido fuerza y se encuentra sobre la isla de Palawan, en el oeste, en dirección al Mar de China Meridional, según el servicio meteorológico PAGASA.
Al menos 60.000 personas se encuentran en centros de acogida por las inundaciones y los deslizamientos de tierra principalmente en las regiones de Visayas y Mindanao, donde los soldados buscan a decenas de desaparecidos.
Según la televisión local ABS-CBN, 43 personas perdieron la vida en la crecida de un río y avalanchas de tierra en el Valle de Compostela, en Mindanao, una zona de yacimientos mineros.
Además, hay en la misa zona al menos 25 heridos y varios soldados desaparecidos.
El gobernador del Valle de Compostela, Arturo Uy, no descartó la posibilidad de que la lista de muertos en su territorio en su territorio suba.
"Bopha" entró en la madrugada del martes por el sureste del archipiélago con fuertes lluvias, de entre 10 y 18 milímetros por hora, que dejaron a miles de personas con en sus barriadas con el agua hasta la cintura, ríos desbordados y carreteras y campos anegados.
La mayor parte de los evacuados, unas 55.000 personas, son residentes en las provincias más orientales de Mindanao, como Surigao del Norte y del Sur, Agusan del Norte, Lanao del Norte y Misamis Oriental, por donde entró esta mañana el tifón.
Las autoridades se habían preparado para su llegada con la reubicación de las personas en zonas de riesgo y la suspensión de las clases en las provincias afectadas.
Cerca de 150 vuelos fueron suspendidos y miles de personas se encuentran atrapadas en los puertos tras la orden de la guardia costera de que el servicio de transbordadores permanezca parado hasta nuevo aviso.
Se ha denunciado la desaparición de cuatro pescadores en aguas de Mindanao, pese a que se había ordenado a la flota pesquera permanecer en puerto.
Los destacamentos que las Fuerzas Armadas habían preparado para participar en contingencias ya han entrado en acción, para asistir a las autoridades locales en tareas de rescate o ayuda humanitaria.
"Bopha" o "Pablo" cierra la temporada de tifones en Filipinas, estación que todos los años atrae entre 15 y 20 tifones y que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.
Unas 180 personas perdieron la vida en el archipiélago filipino durante el mes de agosto tras el paso de varios huracanes y depresiones tropicales que inundaron durante dos días el 60 por ciento de Manila.
Además, las inundaciones causaron más de 3 millones de afectados y tuvieron un fuerte coste económico por los destrozos en las infraestructuras y los daños a la agricultura.
EFE