La hazaña corresponde a una científica de la Universidad de “Rutgers” la cual ha identificado como una nueva especie para la ciencia esta flor atrapada en ámbar desde hace al menos 15 millones de años. Los científicos dicen que parece “que se acaba de caer del árbol”, pero se extinguió hace mucho tiempo.
Lena Struwe, profesora de Botánica en la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales, ha descubierto que las dos flores en ámbar encontradas no pertenecen a ninguna de las 200 especies conocidas del género Strychnos. Por lo tanto, representan una especie recién descubierta, a la que ha llamado “Strychnos electri”. Por su parte Struwe acuñó el nombre de la especie en honor a su origen, ya que “Elektron” es la palabra griega para ámbar.
Struwe recibió varias fotos de alta resolución de las muestras. Al cabo de unos meses, fue capaz de confirmar que los fósiles de pertenecían al género Strychnos, que consiste en árboles tropicales, arbustos y lianas. El género es famoso por ser el origen de la toxina estricnina.
A continuación, Struwe se embarcó en una comparación taxonómica con especies vivas de Strychnos y vio que no había nada igual. El ámbar es resina de árbol fosilizada. Aunque los científicos a menudo se encuentran fósiles de plantas en ámbar, por lo general son sólo fragmentos: un pétalo, un estambre… Los especímenes intactos son raros. Estas flores se encontraban entre 500 fósiles, principalmente insectos, que el entomólogo George Poinar, coautor del estudio, trajo a su laboratorio de un viaje de campo a una mina de ámbar en la República Dominicana en 1986.
Los investigadores creen que aún tenemos muchas especies no descubiertas ocultas en colecciones de historia natural en todo el mundo. La “Strychnos electri” probablemente se extinguió hace mucho tiempo, pero muchas nuevas especies que viven son descubiertas por los científicos cada año.
DC|ABC