Amaya salió de su residencia en el sector El Curricán, y le dijo a su familia que estaría en la zona compartiendo con sus amigos. Esa fue la última vez que lo vieron con vida.
Un trabajador del cementerio de la localidad, divisó el cadáver de inmediato dio parte a las autoridades. La noticia corrió como pólvora en la localidad, por lo que los familiares se acercaron al lugar a ver si se trataba de su ser querido.
La víctima presentó tres golpes en distintas zonas de la cabeza, según fuentes policiales le pegaron con un objeto contundente, lo que le cauó las graves lesiones.