En una conversación con activistas y dirigentes del PSUV, en el oeste de la ciudad, reflexionamos sobre la gestión presidencial de Nicolás Maduro sucesor de los 14 años del “comandante eterno” Hugo Chávez Frías, quien impulsó la llamada revolución bonita, las “Misiones sociales”, la Venezuela es de todos, la integración Latinoamericana con Petrodólares, la independencia económica, la política de “analfabetismo cero”, entre otras cosas.
Decisiones políticas con aciertos y desaciertos. Me comentaron los camaradas que siempre fueron fieles al Comandante, pero están conscientes que ahora el país está peor o más «jodido», que nunca, no hay salida para la crisis económica, social y política, desatada en el país, aunque me afirmaron que el camino es la Constitución.
Les dije, por supuesto que estamos mal, aunque nosotros los opositores no terminamos de convencer al pueblo chavista que con nosotros ellos vivirán mejor, tenemos que desarrollar una alternativa dentro de un proyecto político nacional que pueda servir como la superación de este desastre.
Al respecto, me comentaron que la oposición todo lo exagera, no reconocen nada bueno y no nos aseguran que van a respetar las misiones. Aunque en realidad, estamos mal, seguimos fregaos por la escasez de alimentos (desabastecimiento), el alto costo de la vida (inflación), el desempleo, la pelazón y para colmo la terrible inseguridad, sabemos que todo está muy caro, uno no sabe a dónde vamos. Pero hay que estar claro: “soy Chavista, no Madurista, estoy arrecho”, respondió un patrullero de la zona, que estuvo presente en el encuentro espontáneo que tuvimos.
En torno a esa conversación, pienso que no hay duda que el 80% de la población de Maracaibo oeste está en condiciones difíciles y desigualdad. Sufren un deterioro alarmante de su calidad de vida.
Es dramático el desabastecimiento, la inseguridad, la inflación, las cañadas, la vialidad, el alumbrado, las enfermedades causadas por la contaminación ambiental, el desempleo, no es cuento, por ejemplo, una cucharada de leche en cualquier abasto o “tiendita” de esos barrios, cuesta Bs. 20, el aceite, azúcar, la harina y el papel toilette brillan por su ausencia, un kilo de carne llega a costar hasta Bs. 250, y ahora nos aumentaron los pasajes, y para colmo se fue el agua, no llueve y nos van a aumentar la luz a partir de este mes de junio.
Inhumano paquete económico, la solución no llega de ningún lado. La inseguridad está desbordada, los jóvenes de los barrios tienen una esperanza de vida muy corta, sus expectativas de vivir mejor, de vivir bien, de comer bien, de casarse bien y tener una familia es muy remota o lejana.
Asimismo, los camaradas me confesaron que una vez observaron por la prensa que se iba a designar un “Gabinete social para el Oeste” que pasó por qué no se nombra?, reiteran que viven aterrorizados, todos los días te roban, te secuestran, se meten en tu casa, te asesinan un familiar a un amigo o un vecino, uno ve con estupor la instalación del sicariato, el cual es un fenómeno social que se ha instalado en esta zona como “un modo de vida”.
Cada día observamos con frialdad, la manera como jovencitos y menores de edad se incorporan a esas bandas organizadas de criminales, porque no tiene otra alternativa para definir su futuro de vida.
Caída la noche el grupo se disuelve y una de las camaradas me dice, conversar con vos es alucinante y de alta transmisión de esperanza democrática, en definitiva Joaquín, en Maracaibo Oeste el que es pendejo al cielo no va, porque lo joden aquí y lo joden allá, chao mi opositor amigo, nos vemos en la vía.
Abog. Joaquín Chaparro O.