En el fútbol existen casos extraños en los que algún equipo que no clasifica con regularidad a torneos importantes, sin hacerlo bien y quedando eliminados siempre en las primeras rondas, suele significar un hueso duro de roer para sus rivales. Una escuadra que aun sabiéndote superior a ella, vas a tener que sudar sangre para poder pasarle por encima, y a la final concluyes que tarde o temprano puede lograr algo grande. Este caso se da con el Copenhagen en la Champions League, y con la selección hondureña en los mundiales.
El combinado catracho a pesar de nunca haber sido una potencia futbolística, ni haber cosechado títulos a nivel de selección, ha logrado aferrarse a un tipo de juego que desde tiempos inmemoriales los ha caracterizado, creyendo en este con los ojos cerrados y encontrando finalmente en los últimos años, una de sus mejores generaciones de jugadores, y posiblemente su mejor momento futbolístico.
La prueba de ello es la clasificación a su tercera cita mundialista (segunda consecutiva), luego de haber participado en España 1982 y Sudáfrica 2010. El equipo centroamericano quedó tercero en el grupo de clasificación de la CONCACAF tras Estados Unidos y Costa Rica, lo que le dio el pase directo a Brasil en detrimento de México. Honduras certificó su pase en la victoria por 1-0 a Costa Rica y garantizó el preciado 3º puesto en el empate a dos ante Jamaica en el último encuentro del Hexagonal.
Como se podía esperar luego de todo lo comentado anteriormente, los hondureños nunca han pasado de primera ronda en citas mundialistas, algo que los jugadores que forman parte de dicho combinado buscarán superar a diestra y siniestra.
Para ello, necesitarán funcionar a la perfección como bloque, y sobreponerse al peso que tenían en el equipo hombres que hoy ya no están y que fueron líderes del equipo camino de Sudáfrica 2010, como Carlos Pavón, Suazo o Guevara.
Luis Fernando Suárez será el encargado de dirigir a una selección, que deberá recuperar al mejor Wilson Palacios si quiere competir de tú a tú con los centrocampistas de otros equipos. . El entrenador colombiano, ha sabido complementar a los veteranos con un interesante grupo de jóvenes que llegan a Brasil, después de lograr una histórica victoria en México en el Hexagonal final. Invicta en casa, su rendimiento disminuye considerablemente lejos de Tegucigalpa. Izaguirre lidera un grupo con futbolistas interesantes, como Maynor Figueroa, Costly, Jerry Bengtson o Wilson Palacios, todos con experiencia fuera de su país.
A pesar de estar en un grupo complicado, no es utópico pensar que la selección hondureña pueda pasar de ronda. Ese fútbol de toda la vida, puede hacerle daño a más de uno.
Fortalezas: Equipo rocoso en todas las líneas, con grandes despliegues defensivos.
Debilidades: Mucha dificultad para sacar adelante partidos donde deban tomar la iniciativa, y salir al ataque.
Luis Orozco/@DiarioContraste