Un niño de dos años de edad fue presuntamente secuestrado el domingo en horas de la mañana, mientras dormía en un chinchorro en su casa en el municipio Jesús María Semprún, al Sur del Lago de Maracaibo, para ser encontrado casi 5 días después al 700 metros de su casa en el sector campesino Playa del Socorro-Río Tarra en un sembradío de yuca, muerto, su cuerpo semidesnudo y en avanzado estado de descomposición.
La víctima respondía al nombre de Draison Díaz Morantes de dos años de edad, que para el momento se encontraba en su casa al cuido de sus hermanos mayores, mientras su madre hacía algunas diligencias.
La investigación la inició la Policía de Tibú, Norte de Santander de Colombia. Hasta ahora se desconoce con exactitud las causas de la muerte y quién o quiénes participaron en el asesinato. Los oficiales presumen que lo violaron y luego lo mataron. Sin embargo, pidieron a la familia esperar los resultados de la necropsia.
Calvario
La angustia para Sandra Morantes, madre de Draison, empezó a las 11.30 de la mañana del domingo cuando regresó de lavar su habitación y no lo consiguió en el chinchorro donde lo dejó dormido. El niño quedó al cuidado de sus hermanitos.
La mujer no tenía a quién acudir. Su marido, Nelson Díaz Moreno, viajó a Colombia, y el resto de los trabajadores no sabían nada del pequeño. Pidió ayuda a Freddy Guevara, concejal del PSUV en la población de Casigua El Cubo, y la llevó a la comandancia.
Se inició el rastreo del niño, pero no tuvieron noticias hasta ayer. Entre el matorral no hubo testigos. La mujer no sospecha de nadie.
DC|La Verdad