El Jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell y el vicepresidente Joe Biden habrían llegado a un acuerdo para aumentar los impuestos a las familias más acomodadas y aplazar hasta dentro de dos meses cualquier recorte en el gasto público.
Obama se ha mostrado más o menos satisfecho con la negociación: “Hubiera preferido resolver todos estos problemas en el contexto de un acuerdo más amplio, con una negociación mayor, sea como sea, esto soluciona nuestros problemas de déficit de una manera equilibrada y responsable.”
Si el acuerdo obtiene luz verde, se habrá evitado caer de bruces en el tan temido abismo fiscal: un cóctel de alza de impuestos y de recortes drásticos en los gastos. Entre tanto, queda un breve impasse por la ausencia de una votación en la Cámara de representantes.
El acuerdo alcanzado en Washington es más un parche que una panacea. Evita, eso sí, una subida automática de impuestos de unos 2000 dólares de media por familia y pospone, pero sólo dos meses y a la espera de una solución negociada, los recortes sociales y en Defensa. Y eso, en el mejor de los casos, es decir, si la Cámara de Representantes, en manos republicanas, no impide con una batería de enmiendas que el acuerdo salga adelante.
DC/Euronews