Una nueva encuesta lo confirma: la mayoría de los estadounidenses y cubanoamericanos está en contra de que Estados Unidos mantenga vigente la política del embargo impuesta desde la década de los sesenta. Según un estudio de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés) hecho público este martes, poco más de la mitad de los habitantes de Miami-Dade consideran que esta política debe ser modificada. Sin embargo, estos números aumentan en 10 puntos, hasta el 62% entre los jóvenes de entre 18 y 19 años.
Entre los cubanoamericanos que llegaron a Estados Unidos después de 1995, y que representan hoy por hoy un tercio de todos los que viven en Miami, se registra un porcentaje similar (tan sólo cuatro puntos menos).
Relaciones diplomáticas
En los últimos meses se ha arreciado el debate sobre si La Habana y Washington debieran volver a restablecer sus relaciones diplomáticas. Este cambio sería apoyado de forma mayoritaria por un 68% de los encuestados, consiguiendo esta posición casi una total unanimidad entre los más jóvenes: nueve de cada 10 creen que efectivamente debería haber un flujo diplomático entre ambos países.
Tan sólo el grupo demográfico formado por aquellos mayores de 65 años manifiestan mayoritariamente (59%) su disconformidad a esta medida.
Más comercio
Otro de los asuntos más controversiales de los últimos meses ha sido la posibilidad de incrementar las relaciones comerciales con la isla, un debate espoleado por las declaraciones de varios empresarios de origen cubano (como el mangante azucarero Alfi Fanjul o los herederos de Bacardí) o la reciente visita de la Cámara de Comercio de EEUU a Cuba. Parece que la sociedad cubanoamericana respalda estos pequeños acercamientos con el régimen cubano.
Según este estudio, más de cuatro quintos esta muy a favor o a favor de que Estados Unidos venda medicinas a la isla, mientras que el 77% está muy a favor o a favor de ver un intercambio comercial alimentario. En lo que se refiere a apuntalar verdaderas relaciones empresariales son mayoría (48%) los que prefieren que se expandan, frente a un 28% que prefiere el statu quo y un cuarto que prefería que se acabara cualquier tipo de intercambio que ya existe.
DC/AP