Douglas Zabala/ Abogado/ @douglazabala
En los días de la recia guarimba y la racia represiva, tuve la oportunidad de dialogar con un prominente líder del gobierno aquí en el Zulia, y para mi asombro el empoderado militante socialista, frunciendo el seño como demostración de sesudo analista, me afirmaba como ellos cifraban amplias esperanzas con la llegada del mundial, ya que a partir del primer gol todo se calmaría y el crack de Miraflores sería el gran campeón.
Así como mi amigo, todo el equipo tutelado por el octogenario técnico cubano, no terminan por entender que no se trata de un saque de esquina aquí y otro más allá, que el asunto está en precisar cual es el centro del problema. Ya el peor defensa de la saga ministerial, acaba de ser sacado del juego y lejos de irse a los camerinos le ha leído su cartica de despidida a todo el mundo, donde por las cosas que afirma, pareciera más bien el acta de defunción del socialismo del siglo XXI.
Ya vamos para los octavos de final y la botada de Giordani, justo en el peor momento del juego no deja de angustiarlos. Ante las acusaciones de la falta de liderazgo y el chorro dispendioso en el alto gobierno, el arquero Jorge Rodríguez, corre de palo a palo gritando que semejante acto de traición no debe repetirse, mientras tanto, los hinchas rojos pasan todo el día haciendo las benditas colas para hacer mercado, sin tener tiempo de ver un jueguito.
Salir del campo de juego refunfuñando acerca de la oscura dirección política en el equipo, denunciar el despilfarro de recursos por jugadores corruptos y criticar la mala copia en el liderazgo del ausente, no son poca cosa, para una esmirriada cuadrilla que como muchos aspiran, antes de la semifinal debería saldar cuentas con quienes les han dado un time, justo hasta un día después del final de la faena mundialista.
No se había terminado de quitar la franela el importado de San Francisco de Macorís cuando lanzó la otra patada, al señalar la falta de una mayor articulación del sector militar con el pueblo venezolano, la irresponsabilidad del capitán de la oncena, ante el desconocimiento del hecho económico y la torpeza de tratar de sobreponerlo a la voluntad política, con las graves consecuencia que tales decisiones le acarrearían al país.
Ahora nadie sabrá quien será el responsable de los 22 mil millones de dólares desfalcados a la nación a través del Sitme, y por supuesto, con esta expulsión menos podremos saber cuando será el día en que Nicolás, comenzará a decir la verdad de todo este desastre dejado por gobierno anterior. Todavía tiene tiempo de seguir haciendo los ajustes necesarios, de lo contrario, pasada la fiebre del mundial, vendrá la protesta sin Copa ni final y donde hasta quienes hoy lo apoyan terminaran pidiéndole su renuncia.
DC/Douglas Zabala/ @douglazabala