El rotativo español, uno de los pocos medios internaciones que ha sacado a la luz pública datos controversiales sobre el gobierno venezolano, asegura que varios generales de las Fuerzas Armadas estarían implicados en el negocio del narcotráfico junto con Diosdado Cabello, y que ellos también caerían en manos de la DEA, de concretarse un acuerdo entre Maduro y Washington.
Lea el reportaje completo del ABC a continuación:
Nicolás Maduro se encuentra en negociaciones secretas con Estados Unidos para recomponer las relaciones entre ambos países, algo que podría ayudarle a reforzar su perfil al frente de Venezuela. Un emisario del vicepresidente venezolano se entrevistó en diciembre en la Casa Blanca con el jefe para América Latina en el Consejo Nacional de Seguridad, Ricardo Zúñiga.
En las conversaciones, llevadas a cabo por Roy Chaderton, embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), se pusieron varias cuestiones sobre la mesa. La de mayor trascendencia política, de acuerdo con fuentes venezolanas conocedoras de los contactos confidenciales de Chaderton con la Casa Blanca y el Departamento de Estado, es el posible regreso de la DEA, la agencia estadounidense contra la droga, a Venezuela.
Sobre la recomposición de relaciones también trató directamente el propio Maduro con Roberta Jacobson, responsable del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, en una conversación telefónica realizada en noviembre, con mención expresa al asunto del narcotráfico.
En el marco de la sucesión de Chávez, la aceptación de esta vieja aspiración de Washington podía suponer una amenaza para Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, a quien la DEA apunta en sus investigaciones como presunto gestor de la red de narcotráfico en el que se encuentran implicados varios generales y otras altas autoridades del país.
El propio Cabello, como ya desveló ABC hace unas semanas, hizo llegar a la Casa Blanca, a través de la embajada de Estados Unidos en Caracas, un mensaje informal de disposición a algún trato para esquivar el dedo de la DEA, presentándose como el líder venezolano que ni quiere a los cubanos ni estos le desean, frente a un Maduro que cuenta con el pleno beneplácito de La Habana. En la reunión de la Casa Blanca, a la que también asistió Kevin Whitaker, subsecretario asistente para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, se habló por comenzar con una visita discreta y de bajo perfil de un representante de la DEA a Caracas para mantener una reunión con la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) venezolana.
Otros puntos de negociación son permitir que representantes de la administración de aeropuertos de Estados Unidos puedan visitar Venezuela para certificar los aeropuertos del país caribeño, y la admisión de que los diplomáticos estadounidenses en Venezuela puedan importar los vehículos brindados que solicitan para su seguridad.
Se trata de pasos previos, que al parecer ambas partes se comprometieron a dar con discreción, que deberían llevar al intercambio de embajadores. Mike Hammer, subsecretario de Estado de EE.UU. para Asuntos de Prensa, expresó en diciembre el deseo norteamericano de ese intercambio. “Creemos que eso proporciona una oportunidad de tener un diálogo más próximo”, manifestó. A Estados Unidos le interesa afrontar el postchavismo con máxima representación en Caracas. A finales de 2010, EE.UU. retiró el visado al entonces embajador venezolano en Washington, Bernardo Álvarez (ahora en Madrid), a raíz del veto de Caracas al embajador que la Casa Blanca había designado para ese país. El Departamento de Estado ha expresado su interés en que el intercambio puede llegar a producirse.
Los contactos de Chaderton en Washington se han visto perjudicados en algún momento por unas declaraciones críticas de Obama hacia el régimen venezolano, si bien las autoridades estadounidenses han transmitido a su contraparte que simplemente reflejan una conocida posición en la que no hay ninguna beligerancia añadida.
También el columnista Andrés Oppenheimer se hacía eco el lunes en el diario Miami Herald de una conversación telefónica entre Chaderton y Jacobson sobre la aproximación diplomática entre ambos países, con mención expresa de la DEA. Oppenheimer presentaba en parte la operación como un deseo de Maduro de “consolidar su liderazgo en casa”, “quizás por sugerencia de Cuba”, que tiene experiencia de sobrevivir gracias a no plantear peleas excesivas contra EE.UU.
Las mencionadas fuentes con conocimiento del encuentro en la Casa Blanca se lamentan de que la Administración Obama esté dando este paso de acercamiento al régimen chavista “debido a la inexistencia de la oposición venezolana en los medios políticos de Washington, donde literalmente no existe y donde nunca envía a nadie”. “No van al Congreso, no hablan con demócratas ni republicanos, y los chavistas les toman la delantera”, aseguraron.
(Fuente: http://www.abc.es/internacional/20130103/abci-maduro-contra-cabello-201301031237.html)
ABC de España