El reciente ajuste en los montos tope de financiamiento a través del Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda (Faov), luce insuficiente para que una familia de clase media pueda adquirir su vivienda principal, en vista que la inflación le gana la carrera a estos créditos sociales.
En la reciente resolución oficial, publicada el pasado 17 de junio, el monto máximo para la compra de vivienda principal aumentó de 350 mil bolívares hasta Bs. 500 mil; mientras que para autoconstrucción pasó de 205 mil bolívares hasta 400 mil; para ampliación desde 140 mil hasta 200 mil y para mejoras desde Bs.84 mil hasta Bs. 150 mil.
Para Rafael Guédez, expresidente de la Cámara de la Construcción del Zulia, el apoyo financiero dentro de la línea de crédito del Faov, “que no incluye a la clase media”, no es suficiente para adquirir una vivienda, aún con los recientes aumentos en los topes que se dieron la semana pasada.
Guédez enfatizó que los precios y la falta de oferta siguen impactando al mercado y recordó que el sector de la construcción privada lleva 17 trimestres en caída, mientras la expectativa de crecimiento de este año se reducen.
Comprar una vivienda nueva en el país sigue siendo “un dolor de cabeza” y, en especial, para la clase media; los niveles de inflación, que se acumulan en el año (hasta mayo) un 23%, inflaron los precios de venta de las viviendas, asegura el economista Andrés Santeliz.
Los gremios alegan falta de consenso con el Gobierno en la sinceración de precios en viviendas, como parte de las trabas para impulsar la producción de viviendas.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria del Zulia, Carlos González, alega que los precios de venta en nuevas viviendas de interés social, construidas por privados, no son cónsonos con la realidad. “Los valores modificados hace dos meses por el Gobierno (que soprepasan los Bs. 500 mil según el tipo de vivienda y la zona), son precios de referencia de hace dos años”, aseguró.
Es por ello, que la cartera de crédito bancaria para el constructor es incumplida por los bancos, sostuvo.
El presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC), Jaime Gómez, planteó la semana pasada al ministro de Vivienda, Ricardo Molina, decretar dos tipos de viviendas de interés social. Serían unidades habitacionales, que han llamado “viviendas progresivas”, y tendrían un precio entre 800 mil y 900 mil bolívares.
González, por su parte, explicó a este diario que “la construcción de viviendas nuevas prácticamente está paralizada”. El experto agrega que el “mercado primario privado en el Zulia está paralizado”; salvo un tímido avance en obras consideradas como de lujo.
De acuerdo con la información que maneja la Cámara Venezolana de la Construcción, el sector privado construía un promedio de 60 mil o 70 unidades por año, pero en este 2014 se estima que no lleguen ni a las 20 mil, y todo apunta a que el año que viene “se terminarán las que queden de este año, porque no hay nuevos proyectos”.
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