Vanesa Herrera decidió ponerle fin a la relación sentimental y su marido la asfixió, aparentemente, con una almohada.
El crimen pasional habría ocurrido, la noche del pasado miércoles. Cuando la pareja discutió fuertemente en la pequeña habitación que alquilaron, desde el 6 de marzo de 2013, en una casa del barrio Ezequiel Zamora, al oeste de Maracaibo.
Los vecinos escucharon a Vanesa, de 23 años, y su cónyuge; Alexander, cuando discutían. Al parecer, la mujer le dijo que no quería continuar más la relación amorosa y que recogería sus pertenencias para irse de la casa que compartieron durante 15 meses. Esa noche se oyeron gritos.
Ezequiel apagó el celular de su pareja y se encerró con ella en la habitación. Al día siguiente los parientes comenzaron a preocuparse.
No tenían ninguna noticia de Vanesa, no se había comunicado con su familia; algo que para ellos era extraño. La dieron por desaparecida.
El jueves, a las 8:00 de la noche, el papá de la joven se fue a buscar información de su hija hasta la casa donde ella residía. Tocó y tocó la puerta de lata negra de la habitación y nadie le contestó. Le preguntó al dueño de la vivienda si sabía algo de Vanesa y tampoco le dieron respuesta.
Decidió romper la puerta del cuarto. Cuando entró lo primero que le impactó fue el fuerte olor que salía del lugar. Caminó hasta el final de la habitación y observó a su hija muerta tendida en un colchón.
El cuerpo estaba en estado de descomposición. Tenía una almohada y una sábana que le cubría solamente la cabeza.
Los parientes llamaron a la policía quienes se acercaron al sitio a resguardar la escena del crimen.
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