La mejor Colombia de la historia aplasta a una Uruguay enfurecida (Crónica)

La selección colombiana derrotó hace pocos minutos dos por cero a su similar de Uruguay, en el partido correspondiente a los octavos de final de la copa del mundo, donde el mágico James Rodríguez se consagró definitivamente como el mejor jugador del torneo, y probablemente el mejor jugador colombiano de la historia.

Con un futbol de toque, velocidad en las bandas e imaginación a flor de piel, Colombia dio nuevamente una clase de futbol y se convierte en la selección que mejor juego ha desplegado en este mundial, enamorando a propios extraños con una alegría y valentía propias del pueblo neogranadino, y es que esta selección representa en su máxima expresión las mas hermosas virtudes de su país. Hoy fue uno de esos momentos donde ningún calificativo se puede ajustar a la grandiosa realidad.

El partido comenzó con el conjunto cafetero demostrando que no le pesan las grandes instancias, toqueteando el balón de un lado a otro para abrir una defensa charrúa bien posicionada en el terreno de juego, y que depositaba sus esperanza en las figuras de un Edinson Cavani y un Diego Forlan, quienes se encargarían de llenar el vacío dejado por Luis Suarez.

Con el transcurrir de los minutos el encuentro empezó lentamente a convertirse en lo que querían los dirigidos por Oscar Washington Tabárez: un campo de minas en el que cada balón dividido sería conquistado más por el físico que la calidad, y en este terreno los charrúas son los mejores del mundo. Esto fue así hasta que algo increíble ocurrió en el minuto 38, un milagro que será recordado por todos y que se lo contaremos a nuestros nietos.

Colombia 3

En medio de una jugada hilvanada por Colombia, los uruguayos cortarían el balón y este quedaba en tierra de nadie, sin embargo, luego de un barullo caería en el pecho de James Rodríguez, quien sin pensarlo dos veces  se lo acomodo, y sin dejarlo caer se dio media vuelta para empalmar un zurdazo que entraría violentamente en la arquería defendida por Fernando Muslera. Era la prueba de que la magia si existe, era el gol más hermoso de todos los que se han marcado en este mundial, era la única jugada que podía romper el muro y las trampas levantadas por la celeste.

Minutos más tarde finalizaba la primera parte, el mundo estaba siendo testigo de la explosión de un jugador llamado a hacer historia en este deporte.

James escribe la historia

La segundo mitad comenzó con una Uruguay haciéndolo honor a su historia a su raza de guerreros, buscando el empate de manera violenta, atacando cada zona defendida por los cafeteros, mientras que estos últimos, se encargarían de hacerles saber al mundo una vez más, que el fútbol puede ser un lugar para ser feliz, y para divertirse, para jugar libre estéticamente en un mundo reinado por la rigidez y la frialdad del pragmatismo, y es que para sorpresa de muchos, lejos de ponerse a defender el resultado, los dirigidos por José Pekerman, siguieron jugando como en el primer tiempo.

Esta arriesgada apuesta consiguió sus frutos al minuto 50, después de una fantástica jugada en la que tocaron una y otra vez el balón, hasta que este lo toma Pablo Armero desde la izquierda, para lanzar un gran centro al segundo palo que lo aprovecharía Juan Guillermo Cuadrado cabeceándolo hacia el área pequeña, para que fuese rematado por un James Rodríguez que se convertía en el máximo goleador del mundial, y justificaba cada elogio emitido hacia él.

Colombia 2

Luego del dos a cero, Uruguay realizaría cambios ofensivos para lograr revertir una historia escrita por James, y se volcaría al arco de un David Ospina, que más allá de varias atajadas, no sufriría mucho. Colombia desde este momento decidió que era suficiente, y se encargaría de congelar el encuentro, al mostrar una actitud más conservador, y cerrar cada uno de los espacios. Su táctica serviría y culminaba uno de los partidos más importantes en la historia del balompié colombiano.

Uruguay se marcha a casa con la sensación agridulce de no haber disputado un mal mundial, pero a sabiendas de que podían dar mucho más, y que han perdido para mucho tiempo a su mejor jugador en la actualidad, dejando una mala imagen para el mundo del fútbol, y a la espera de un cambio generacional que solo una muy buena gestión puede evitar que sea traumático.

Colombia por su parte es pura alegría, pura cumbia, vallenato y salsa brava. El equipo más colorido del mundial con más color que se recuerde, una selección que jugando hoy en el histórico Maracaná, se vestiría de gala para enamorarlo, mediante su futbol seductor, su juego a rás de césped, su técnica sudamericana, y su grandioso James Rodríguez.

Brasil los espera en cuartos de final, y  solo ellos parecen capaces de dar otro Maracanazo.

¡Viva Colombia!

Colombia

Luis Orozco/DC/@diariocontraste/@luisfran1 

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