Desde el cambio de liderazgo la cadena televisiva, que era uno de los pocos medios de comunicación que aun disentía del gobierno, ha sido acusada de ignorar presuntos actos represivos en contra de los manifestantes durante las protestas de los últimos meses en Venezuela.
Mientras Globovisión promueve el socialismo del siglo XXI, sus dueños son propietarios de mansiones, autos de lujo y varias empresas registradas en Miami, como reveló una investigación de el Nuevo Herald.
Antes de que los comisionados de la Ciudad de Miami aprobaran en mayo una resolución para declarar personas no gratas a los dueños de la televisora venezolana Globovisión, la abogada municipal sugirió bajar el tono del texto de la legislatura.
Los comisionados no estuvieron de acuerdo, y de manera unánime aprobaron tal cual la propuesta del antiguo alcalde Joe Carollo, quien denunció a Raúl Gorrín, Gustavo Perdomo y Juan Domingo Cordero como “enchufados del régimen totalitario venezolano”.
De acuerdo con Carollo, los propietarios de Globovisión disfrutan de una vida lujosa cuando visitan Miami mientras su canal de televisión calla las presuntas violaciones a los derechos humanos que están ocurriendo en Venezuela.
Sin embargo, un mes después de que la resolución fuera aprobada y la noticia se difundiera en medios internacionales, el equipo legal de la Ciudad discretamente eliminó los nombres de Gorrín, Perdomo y Cordero del documento antes de la adopción final. La resolución solo dirá “…declarando ‘persona non grata’ en la Ciudad de Miami a los propietarios de Globovisión T.V. Venezuela”.
En un breve mensaje de correo electrónico la abogada municipal Victoria Méndez explicó que generalmente su oficina se encarga de crear los bocetos de las resoluciones, pero no en el caso de la propuesta del antiguo alcalde Carollo.
“Esta vez se trató de una presentación especial del ex alcalde”, dijo Méndez. “No fue redactada por nuestra oficina previo a su discusión. Como corresponde, tras ser discutida, revisamos y corregimos la propuesta para darle mejor forma y exactitud”.
Pero el cambio en el documento sucedió una semana después de que Cordero —antiguo presidente de Globovisión y socio de Gorrín y Perdomo— enviara a los funcionarios municipales a través de su abogado una carta en la que amenazó con demandar a la Ciudad si su nombre no era eliminado de la resolución.
Con la medida la Ciudad podría estar actuando con cautela y evitar problemas legales en el futuro, dijo el abogado Thomas Julin, especializado en asuntos de gobiernos y constitucionales.
“Si alguien puede comprobar que con una afirmación falsa le causaron un daño muy grande, podría tener un caso para presentarlo en la corte”, dijo Julin.
“Ese tipo de litigios es muy raro, y casi nunca tiene éxito. Habría que demostrar que la acusación causó perdida de negocios o trabajo, y que los daños son irreversibles”.
Frank Quintero, abogado de Cordero, alega que su cliente había vendido su parte de la empresa medio año antes de que Carollo presentara su propuesta, y que lo hizo precisamente por desacuerdos éticos.
Quintero dijo que ya no está interesado en demandar a la Ciudad, al menos por ahora.